Esta "broadband SSD" o SSD de banda ancha, como ha sido bautizada por la compañía, se diferencia de otras soluciones actuales por prescindir del cobre para el conector de datos; un material que, al parecer, ya empieza a mostrar limitaciones importantes de cara al futuro. En su lugar utiliza cableado de fibra óptica, potencialmente más económico y sencillo, junto a un conector independiente para la alimentación.
Kioxia diseñó este prototipo bajo los auspicios de un proyecto japonés con el propósito de reducir el gasto energético de los centros de datos en más del 40 %. En este sentido, las unidades SSD de fibra óptica plantean algunos beneficios importantes, como la posibilidad de ser instaladas lejos del centro de procesamiento en sí mismo y una mayor eficiencia energética a la hora de enviar sus datos a la CPU.
A esto se añade el hecho de que no va a ser posible seguir ampliando el ancho de banda de las unidades de almacenamiento ad infinitum. Cada vez que se actualizan los estándares, aumenta la complejidad de las conexiones, por lo que el salto a la fibra óptica podría simplificar considerablemente este tipo de trabajos.
Como señala ComputerBase, los esfuerzos para lanzar discos duros e incluso CPU y GPU conectadas mediante fibra óptica no son en absoluto algo nuevo, pero hasta ahora las limitaciones técnicas han impedido dar este salto. De ahí la importancia de que Kioxia vaya a presentar un prototipo funcional.
En cuanto a las posibilidades de que podamos ver dispositivos de consumo con conexión de fibra óptica, el PCI-SIG está "explorando" la implementación Optical PCIe como parte de la especificación PCIe 7.0, pero eso no supone una garantía de nada a medio plazo, especialmente si consideramos que aún no hay unidades PCIe 6.0 a la venta.