El Galaxy Z Fold 2, de hecho, carece de especificaciones técnicas detalladas. Según indica la compañía, la nueva pantalla interna posee 7,6 pulgadas en lugar de las 7,3 pulgadas del original. También crece, y de forma muy considerable, la pantalla exterior. Si el Galaxy Fold original utilizaba un panel Super AMOLED de 4,6 pulgadas, en la segunda generación la diagonal asciende a 6,2 pulgadas.
Como no podía ser de otra forma, las cámaras frontales (tanto la exterior como la interior, porque también hay una cámara en la pantalla flexible) se integran en una perforación. Esto es así en gran medida por la labor de reducción de marcos ejecutada por Samsung, que deja un dispositivo considerablemente menos aparatoso que el modelo precedente.
Hablando precisamente de su construcción, y a falta de especificaciones detalladas, las pantallas del Galaxy Z Fold 2 poseen una cubierta protectora compuesta de plástico laminado y cristal ultrafino que proporciona una mayor resistencia a los arañazos. También hay un nuevo mecanismo para la bisagra. No solo está más protegido frente a la entrada de partículas, sino que además permite dejar el teléfono en posición entreabierta.
El Galaxy Z Fold 2 debería lanzarse en septiembre. Será entonces cuando conozcamos todos sus detalles técnicos y un precio que fácilmente volverá a rondar los 2.000 euros.