Para mí, varias son las épocas en las que me gustaría volver de nuevo.
Una de ellas es sobre el 86-89. En ésta disfruté de los primeros recreativas. Super Mario Bros, Rygar, Robocop, Kunf Fu Master, Break Thru, 1942, Ghost'n Ghouls, Hang On en máquina con manillar, OUTRUN (recuerdo uno raro con un circuito con el cielo negro y el entorno de color marrón, nunca lo encontré, sería una modificación), así como Asteroid y otros más que no recuerdo (solo en la bolera en la estaban habrían unas 15 máquinas dispuestas en una esquina) en monitor monocromo de color verde a 5 ptas la partida. Tambíen los futbolines y billares estaban a 25 ptas la partida. Esta fue una época en la que dividía los restaurante entre los molones (los que tenían recreativa o billares) y los no molones (los que no tenían más que tragaperras). En casa disfrutaba de la Atari 2600 y sus gráficos de palotes.
La siguiente va desde aproximadamente del 91-95. Aquí de la Creation, clónica de la NES y después de la MD. Muchísimos juegos; intercambio con amigos; rivalidad Sega-Nintendo (ambas a muerte dando lo mejor de sí); soñando con hacerme con una NeoGeo (ese unicornio negro...); flipar con el MegaCd y sus zooms y scalings así como del Final Fight, POR FIN, en Sega; ir al Continente (cuando en Málaga eran aún eran Continentes) y alucinar al encontrarme un palet de MD a la izquierda y un palet de SNES a la derecha; ir al Toy R'Us y ver un pasillo 30 metros de videojuegos donde creí que estaban TODOS los juegos del mundo. Los salones recreativos estaban por todos lados. Recuerdo uno en el que habría sin exagerar 30 muebles. Punisher, Cadillacs and Dinosaurs, Super Side Kicks 2, Art of Fighiting, KOF 94, el Dragon Ball de Banpresto, Rally de Gaelco... mirara donde mirara era una locura teniendo que reprimirme las ganas de echar monedas.
Y la otra desde el 98-2005, época en la que disfruté de la PSX, con sus juegos comprados por kilos por aquello de la piratería; alucinar con el Metal Gear, su doblaje y su historia; enamorarme de la mecánica del Tenchu: Stealth Assassins; Resident Evil; FFVIII y desear que existiera Rinoa en realidad; soñar con que bajara la denostada Saturn para jugar al Panzer Dragoon y al Daytona; comprarme de salida la Game Cube (la única consola con la que lo he hecho) junto con el Star Wars: Rogue Leader y estar horas y horas jugando; jugar al Prince of Persia de Ubisoft mientras comía dulces árabes y sentirme imbuido y maravillado por la cultura persa; desear juntar dinero suficiente para comprarme la Dreamcast y el Shenmue (ambas, el más bello canto de cisne que ha dado una compañía de videojuegos nunca) y el Sonic Adventure o el Street Fighter III y antes de eso leer la noticia de la desaparición de Sega como fabricantes de consolas.
Desde 2005 con el cambio evidente en la forma de entender el negocio de los videojuegos, la desaparición definitiva de los salones recreativos, la aparición de las opciones on-line y DLC... ha hecho que ahora tome distancia de los videojuegos en general.
Pero cualquiera de esas tres épocas, son para mí, irrepetibles.