Ayer terminé mi primera partida al
Bloodborne, tras 50 horas de juego. Este tipo de juegos no son en absoluto lo mío (de hecho no he jugado a ningún Souls), pero como experiencia distinta que me saque de mi zona de confort, no ha estado nada mal. Quizá en unos meses me entren ganas de una segunda partida, porque me da que he sacado el final "fácil" y, maldita la gracia, tras acabar directamente empiezas el new game. Esto del autoguardado impepinable personalmente me toca los cojones cosa mala.
Del DLC no creo que hiciese ni la mitad, pero de la historia principal, finales y cálices aparte, sí creo que la completé bastante, incluyendo zonas y jefes opcionales. Salvo el principio, realmente arduo para quien no esté acostumbrado a juegos así, no se me hizo tan duro como esperaba. Por supuesto palmé un montón de veces, pero no hubo ningún momento, zona o enemigo que me hiciese pensar "a tomar por culo el juego". Los jefes por ejemplo no me parecieron particularmente difíciles; la mayor parte cayeron en 2-3 intentos, más de uno incluso a la primera, y alguno otro costó un poco más, pero nada exagerado.
El único enemigo que me costó horrores, y hablo de tranquilamente 20 intentos, fue un cazador que te topas en la catedral durante la sidequest de Eileen. Vaya un cabronazo. Yo creo que me costó tanto porque nunca llegué a dominar eso de bloquear con disparo y contraatacar con ataque visceral... de hecho, no recuerdo haber hecho uno con éxito en todo el juego.
De momento toca cambiar de tercio y empezaré el
WRC 10. Quizá no sea tan bueno pero al menos se puede pausar para ir a mear si lo necesitas