Me he hecho con el juego de segunda mano y por lo pronto me está gustando. Me llevé ayer todo el día jugando y no llegó a saturarme, aunque el juego tiene más fallos que la hostia: gente que aparece de repente, gente que desaparece, caídas al infierno...
Eso sí, tengo que decir que cuando escuché en las tabernas a los notas cantando fandangos por poco me da. Que pechá de reír.