Dejando a un lado su preocupante
lista de bugs,
Assassin's Creed Unity ha llegado como uno de los máximos exponentes gráficos de la nueva generación. Aprovechando este ambicioso apartado técnico,
Digital Foundry ha realizado un análisis comparativo que enfrenta a las tres versiones del título de Ubisoft.
Como punto de partida a nivel de cifras, Assassin's Creed Unity corre a 900p en Xbox One y PS4 mientras que en ordenadores llega a 1080p nativos y superiores. La edición para PC también añade soluciones adicionales de
anti-aliasing que
se multiplican al utilizar una tarjeta gráfica Nvidia.
En cuanto a calidad de imagen, Digital Foundry determina un empate entre consolas y una notable ventaja del PC sobre estas. Las diferencias más destacables de la versión para ordenadores residen en los detalles de las texturas y en las distancias de dibujado, aunque no sin aumentar las exigencias de
hardware.
No obstante, el principal interés de la comparación de Digital Foundry se presenta al analizar la estabilidad de cada plataforma. Las pruebas demuestran un rendimiento significativamente desigual entre máquinas, que en todos los casos acusa serios problemas de optimización específicos para cada sistema.
"Xbox One ofrece la mejor experiencia de juego debido a su capacidad de entregar altos
framerates bajo carga", escriben los técnicos en su veredicto. "Sin embargo, […] el rendimiento sigue lejos de ser ideal e impacta el disfrute del juego. De las tres versiones de AC Unity, el juego de PC es el que mejor equilibrio ofrece entre calidad gráfica y nivel de rendimiento aceptable".
Curiosamente, el análisis también ha encontrado que la versión para PC "es la más inestable de las tres", con más propensión a errores y bloqueos de vuelta al escritorio. Por otra parte, las consolas ofrecen una experiencia más sólida, pero con "caídas frecuentes" a 25 fps en Xbox One y a 20 fps en PS4.