Viendo todo el percal, admito que yo también pensé que era un radical islámico, y acabé acertando a medias: era un radical, pero de otra religión, que al final son todas la misma mierda sectaria destruye-sociedades.
Además, tanto el islam como el judaísmo son religiones que reniegan (y en algunas corrientes detestan) las festividades navideñas, así que no me extraña el lugar y el motivo. Es como una guerra entre religiones donde los ciudadanos que no profesan ninguna son las víctimas del fuego cruzado.
Y, seamos realistas: en Europa tenemos un problema con la que nos está llegando (quien sea de Canarias, por ejemplo, sabe bien lo que digo), pero es que, por su parte, los judíos llevan la vida en las instituciones metiendo mierda contra todo lo que no vaya a favor de sus intereses.
Al final las religiones, tengan el color que tengan, no dejan de ser la misma mierda con distinto olor, y éste es el resultado.