Buenas a todos los eolianos, creo que por todo lo que quiero transmitir se va a hacer un poco ladrillo mi post, pero siento que lo debo después de tanto tiempo leyendo este foro y tras haber pasado por este proceso que tantos dolores de cabeza nos ha dado a muchos.
Antes de describir mi experiencia un poco de contexto: yo tenía fimosis y desde hace como ocho años llevo posponiendo lo inevitable. Realmente no me afectaba en mi vida cotidiana porque me podía masturbar sin problema a mi manera, y a la hora de mantener relaciones tampoco me suponía ningún impedimento porque yo siempre he hecho de pasivo con otros chicos. Sin embargo, sabía que por higiene eso no se puede quedar así, y siempre ese pensamiento de no estar aprovechando el sexo al cien por cien, perdiéndome la posibilidad de ser activo. Mientras tanto, cuando aparecía cierta intención de atravesar la operación, me informaba del proceso a través del foro y lo volvía a posponer por leer todo, unido al miedo interno. Todo cambió el año pasado cuando ocurrió algo que no vi venir, se me infectó el glande con una balanitis que se volvió recurrente, no llegué a saber si fue a raíz del sexo oral que intenté tener o fue coincidencia pero a partir de ahí la balanitis se repetía cada semana, y ya fue cuando se encendieron todas las alarmas en mi cabeza y me lancé a operarme (en realidad agradezco que me pasara esto porque si no estaría en la misma situación inicial).
En primer lugar, el proceso de la operación y todo los trámites anteriores. Como decía, tuve varios intentos de operarme anteriormente y por eso tenía ya una clínica privada mirada, pero al final me decidí por la seguridad social, porque a quien vamos a engañar, el dinero que me he ahorrado por algo que te hacen gratis… Así que en este punto agradezco al sistema de salud español por la sanidad que tenemos. Eso sí, si lo hacéis por la seguridad social, echadle paciencia, en mi caso, desde que pedí la cita con el médico de cabecera hasta el día de la operación pasaron 6 meses. Lo primero eso, el médico de cabecera, lo cual me hubiera gustado tener más información para ir más tranquilo pero en el foro encontré poca cosa, en mi caso fue decirle lo que tenía y me miró el pene sin tocar ni nada y listo, me dio turno con el urólogo. El urólogo fue rápido misteriosamente, en 15 días ya tenía la cita, aquí sí se pasa el primer mal trago, pero nada del otro mundo; en mi caso fue una uróloga, otra uróloga de prácticas y una enfermera, en ese momento me dije “falta alguien por verme la churra?”, menos mal que soy gay porque tenía a tres tías mirándome el pene; total que ese día ya si te toquetean un momentito, pero no llega a ser ni un minuto y ya tienes el trago pasado. Total que te explican la operación, firmas y a esperar, que aquí va el grueso de la espera, no te hacen más análisis ni nada, simplemente te llaman y te dan fecha, que en mi caso al menos me llamaron con tres semanas de antelación para que te vayas haciendo el cuerpo. Y ya al fin la operación, que en mi caso me mandaron a un hospital privado, como legalmente hay un plazo para las cirugías, mi comunidad (Andalucía) para no pasarse deriva a pacientes a hospitales privados como fue mi caso. El día concreto vas en ayunas y rasurado y con ropa cómoda, más bien pantalones cómodos porque luego vas a estar con este tipo de pantalones por lo menos un mes, y te hacen firmar de nuevo y a esperar tu turno. Fue gracioso porque escuché a las enfermeras comentarse entre ellas “pfff tía hoy tenemos 15 circuncisiones”, y yo con cara de poker mirando a los otros muchachos allí presentes preparados para la batalla. Cuando te llega el turno de quitas todo y te tienes que poner la típica bata abierta por el culo, los patucos y un gorro; y entras al quirófano que no es para nada como lo pintan, es lo más normal del mundo, con la gente hablando de sus cosas mientras te operan como cualquier compañero de trabajo. Bueno pues de la operación que es lo que más miedo tenía, prácticamente no es nada, de verdad, son solo los pinchazos de la anestesia, eso si el primero y el segundo son intensitos pero lo demás sinceramente no se siente nada. El pinchazo en sí no duele, es cuando te introducen el líquido, que es molesto de cojones, pero pasado el segundo ya el resto no molestan, en concreto son en la base del pene, en todo el alrededor del tronco. Y ya todo lo demás trabajo del cirujano, en mi caso fueron dos cirujanos y una enfermera que fue súper atenta conmigo. También es verdad que por ser la zona que es, se pasa peor por estar allí enseñando todas tus partes, pero desde luego fue lo que menos me importó en ese momento. No llegué a ver nada, ni era mi intención porque soy de mareo fácil, lo único que alcancé ver fue el hilo de sutura cuando uno de los cirujanos ya estaba cosiendo. Y tal como entras a tu propio pie, te sales, eso sí con tu miembro vendado cuál momia con la punta abierta para mear, y con el consejo de tenerla siempre para arriba para evitar la inflamación.
Pasamos ahora a la recuperación, no le temía tanto pero sabía en el fondo que sería la peor parte, y efectivamente, lo fue. Nada más llegar del hospital me tomé un paracetamol antes que se pasara la anestesia para que no me doliera tanto luego. En realidad no hubo dolor, fue más bien como un escozor que tuve el resto del día y como no hay que tocar nada hasta que pasaran 24 horas, no fue mal ese primer día, lo peor de ese día fue orinar, porque te aprietan tanto el vendaje que la orina sale muy a presión a modo aspersor y con cierta sensación incómoda (incluso puede que salgan unas gotitas de sangre). Esa noche no dormí mucho por miedo a las erecciones pero en realidad no fueron un problema la primera noche, no dormí realmente por pensar todo lo que había pasado en el día. Al día siguiente tocó quitar vendaje y lavar por primera vez, esto fue, junto con los pinchazos, lo más doloroso del proceso, a pesar de ir con mucha paciencia quitando la venda y mojándola, pero es muy incómodo y ver cómo te la han dejado es a la vez impactante. Aquí aclaro que no me dijeron de ir más al hospital ni nada, que yo hiciera las curas por mi mismo en casa con agua y jabón, secar (yo usaba secador con aire frío), betadine o clorhexidina y dejar secar de nuevo. Pues así mismo lo hice dos veces al día, lo que pasa que yo usé gasas y esparadrapo para tapar la herida y el glande evitando la hipersensibilidad. Esto es realmente lo jodido de la recuperación, la puta hipersensibilidad porque cualquier roce, por mínimo que sea, molesta en el glande y en la mucosa que queda expuesta. Para combatirla yo fui usando las gasas, empecé con una gasa entera y esparadrapo y luego cada semana menos cantidad hasta dejarla ya cuando está mas acostumbrado el glande. La primera semana es la peor, todo está muy fresco, andas con las piernas súper abiertas, todo roce es un sufrimiento, yo cogí una baja y me quedé en casa toda esa semana y aproveché para jugar a videojuegos y mantenerme distraído porque así se pasa el tiempo más rápido. Luego las siguientes semanas todo mejora, las curas son más llevaderas, los puntos semanas empiezan a secar, el roce es más llevadero… pero todo eso muy gradualmente y a veces te cuestionas si mereció la pena. Otro punto conflictivo son las noches, joder, yo dormía con una placa de hielo al lado de la cama porque cuando se pone contento el amigo te duele todo, y te das cuenta realmente de cuantas erecciones se pueden tener en una noche (pfff eran como una cada hora) y ya a última hora el hielo no hacía ni efecto; eso sí a partir de la novena noche o así ya se dejan de sentir dolorosas.
Otra cosa de la recuperación que he leído bastante por el foro es el famoso flotador, a mi me salió desde la primera cura que lo vi, y a día de hoy, tres meses después, me sigue quedando un poco a veces. No me asusta porque sale cuando me masturbo o cuando me ducho, pero supongo que desaparecerá por completo. Así que igualmente echadle paciencia en este sentido. Sobre el proceso de cura, también hubo un momento que me asusté bastante porque toda la herida se iba recubriendo de una capa blanquecina-amarillenta que pensaba podía ser infección pero realmente es el tejido nuevo, así que si no hay mal olor, esta cosa blanca es buena señal. Otra cosa que recuerdo me preocupó fue una mini dehiscencia por la parte del frenillo, entre dos puntos se abrió la línea de sutura y se hizo un mini agujero que ha ido cerrando muy lentamente pero desapareció también finalmente. Los puntos se cayeron casi todos a la vez en torno al día 22-23, el del frenillo fue el último, se caen solos, tocándolos un poco saltan y listo, ni duele ni nada. Y ya cuando se cae el último punto es cuando se empieza a usar el aceite de rosa mosqueta para suavizar la cicatriz, a día de hoy lo sigo usando y no sé cuando se deja así que seguiré por un tiempo más. Y de la recuperación creo que he dicho lo más importante, de todas formas si tenéis alguna duda en concreto preguntadme sin problema que intentaré responder.
Ya para terminar quiero comentar aspectos ya después de todo este proceso. Bueno la primera paja es tremenda, eso sale un chorro como si fuera una manguera a presión, yo tuve que esperar hasta el día 32 para mi primer tocamiento pero fue apoteósico por la espera. Y desde entonces he tenido que aprender a masturbarme de nuevo, todavía sigo en el proceso porque aún me da cosa frotar el glande, que eso es otra pregunta que lanzo porque se comenta poco, ¿cómo os masturbáis después de la circuncisión? Yo lo que hago es más frotar desde el tronco y más bien toqueteo la corona, pero me sigue dando angustia frotar el glande. Supongo que es demasiado pronto para darle tanta fricción, así que seguiré esperando por ahí. En lo demás, ya vida totalmente normal, te puedes poner todo tipo de calzoncillos y pantalones que ya no molesta nada, hacer cualquier tipo de actividad… lo único que aún no supero es al secar con la toalla después de la ducha que se hace todavía un poco incómodo, pero de todas formas he leído en algunas páginas que la sensibilidad del glande puede tardar hasta 6 meses en adaptarse a la que se tenía antes con el prepucio, así que supongo que también me toca esperar un poco más por ese sentido. Por último, en relación con el sexo, todavía sigo con mi rol pasivo por lo mismo que he dicho de frotar el glande, así que no os puedo aconsejar por ahí, pero tengo en mente estrenar la herramienta próximamente. Lo que sí os puedo afirmar es que no se pierde sensibilidad a la hora de correrse como se dice por ahí, incluso diría que aumenta el placer aunque no sé si será porque todavía la sensibilidad no está equilibrada del todo. Ya os comentaré más adelante cuando tenga más experiencia con mi nueva amiga descapotada. Por cierto, estéticamente queda mucho más bonita operada que sin operar, tanto en erección como en flacidez, y yo diría que en flacidez queda más grande también; en erección no he apreciado diferencia de tamaño.
Dicho todo esto, espero que el que tenga que circuncidarse y me esté leyendo se anime y deje a un lado las inseguridades, porque es cierto que se pasa un poco mal durante un mes, pero luego nuestra amiga nos va a dar muchas alegrías durante el resto de la vida. Saludos eolianos.