Bueno bueno bueno, bronca del jefe por algo de lo que no tengo culpa, así que sin merecerlo. A puntito puntito he estado de contestarle mal, montarle un cristo y mandarlo a tomar por culo, por subnormal.
Viene con el cuento de que siempre tienen que andar detrás, supervisando y quedando mal con los clientes por nuestra culpa, y al final se demuestra que la culpa es del cliente que mete la gamba hasta el fondo. Me cago en Dios...