... he experimentado un algo extraño.
No tengo curre, no obstante hoy mismo saldré a buscarlo por primer día, y miradme aquí estoy a una hora indecente.
Hoy me levanté con Unai a las 7 de la mañana, que frío hace a esas horas, cago en dios, mientras él se duchaba preparé su desayuno, si es que a un mugriento café instantáneo con leche y a unas tostadas con mantequilla se le pueden llamar desayuno aún no tenemos ni cafetera ni mermelada, aún así el se lo tomó todo.
Desayunábamos juntos mientras veíamos los dibus, como cuando era canija e iba al cole, y al terminar me ayudó a hacer la cama y se marchar a trabajar , no sin darme por lo menos antes 4 o 5 besos, cuando arrancó el coche que teníamos aparcado justo debajo de la ventana, le grité un te quiero, que no creo que oyera...
... no sé porqué me ocurre esto, pero pesando que estoy madrugando después de haber dormido 5 horitas de na, de que no tengo empleo y de que hoy Unai vuelve al curro después de estar más de un mes entero con mi niño sin separarme una hora entera de él, me encuentro genial, supongo que será que siento que todo va a salir bien, que no tengo que despedirme más y que mismamente le voy a ver a la hora de comer.... no lo sé, pero por primera vez en mucho tiempo no me cuesta madrugar y echo ganas en prepararle los desayunos a alguien y aunque sé que no está fisicamente conmigo en este instante, volverá, por primera vez siento que ésta es mi casa, bueno nuestra casa.
Debería ser un día horrible, pero no lo es, es un día genial...
Gracias Unai.