Voy a contaros algo que me paso:
Ese día iba montado en bus y justo cuando lo estaba pensando, se subió un niño malvestido, con unos zapaticos rotos y vendiendo chocolates... Así que pensé... y lo llamé.
Le dí un billete de 100€ por toda la caja de chocolates, el niño no lo podía creer, su sonrisa lo decía todo...
Ese día aprendí esta lección:
"Siempre habrá una esperanza y una ocasión única para meter un billete falso".