Ya queda muy poco para que Netflix llegue
a España el próximo 20 de octubre. La compañía lo hace elevando
los ingresos presentados esta misma semana y con noticias satisfactorias que hablan de países donde la piratería
ha descendido desde su aparición. También surgen dudas entre los nuevos usuarios, una de ellas y de las más repetidas, la posibilidad de compartir una misma cuenta Premium o contraseña entre gente cercana. ¿Es legal? Veamos lo que
dice Netflix.
La respuesta corta es que depende. Netflix dice que su servicio de
streaming está diseñado para ser utilizado únicamente dentro de
“un hogar”, por lo que los planes son para compartir entre los miembros de una casa. Evidentemente esta ambigüedad ha dado pie a que, con el tiempo, su servicio haya sido utilizado en un sentido mas “amplio”.
Desde su nacimiento en Estados Unidos como el servicio en
streaming que es hoy (Netflix se inició al principio como un videoclub bajo demanda), la plataforma ha tenido dos clases de usuarios con su cuenta
Premium (aquella que permite varios dispositivos a la vez): los que tienen su cuenta para ellos solos y aquellos que comparten su contraseña con familiares o amigos, lo que se traduce en que potencialmente millones de personas han disfrutado de contenido
Premium de forma gratuita.
No es un drama para Netflix, ya que según han explicado compartir la contraseña no tiene un gran impacto en el negocio, y de tenerlo, explican que buscarían herramientas que podrían frenar la práctica (posiblemente medidas más potentes de autenticación). Según ha explicado un directivo de la compañía a MarketWatch:
No hacemos un seguimiento de las contraseñas compartidas, aunque advertimos sobre la práctica en nuestros términos y condiciones, ya que el control del titular de la cuenta se ejerce a través del uso de la contraseña, y por tanto para mantener el control exclusivo el titular de la cuenta no debe revelar la contraseña a nadie.
Desde el punto de vista del riesgo y la seguridad tampoco parece muy grave, ya que los usuarios suelen compartir la información con gente conocida y no existe información financiera visible en los servicios. Aun así, ya existe un lugar donde la práctica está prohibida y penalizada con multas de 2.500 dólares e incluso cárcel, en Tennessee (EE.UU.).
En cualquier caso Netflix tiene batallas que le resultan más importantes. Una de ellas es la propia piratería, donde noticias como la conocida esta semana vienen a darle la razón a su servicio. Y es que en Australia y según un estudio reciente, la plataforma ha logrado reducir las descargas de contenido no autorizado desde la llegada de Netflix.
Según el estudio de la
IP Awareness Foundation, quienes han estado tomando datos de la plataforma desde su entrada en Australia, un 25% de las personas adultas de entre 18 y 64 años afirma que descarga conrenido de forma ilegal, una cifra que baja en cuatro puntos (un 29%) frente a la situación antes de Netflix. No sólo eso, el estudio indica (ver el gráfico), que también ha disminuido tanto en aquellos usuarios que descargaban de forma habitual como en aquellos que lo hacían de forma esporádica.
Ayer también se supieron los resultados trimestrales de la compañía, con cifras contradictorias. Netflix suma hoy un total de 70 millones de abonados en todo el mundo, elevando sus ingresos un 20% (con 1.740 millones de dólares), aunque reduciendo el beneficio trimestral a la mitad (con 29 millones de dólares). La compañía tiene como objetivo cerrar el año con 5 millones más de suscriptores en el mundo, de los cuales espera que España provea una porción de ellos. Si durante años se ha esperado como el maná la entrada de la plataforma, queda una gran duda a punto de resolverse, ¿bajarán las descargas también en España?