Pues la verdad, este año anécdotas graciosas o que den ganas de contarse, al menos por ECI, pocas. La clientela viene rebotada de cojones y con unos humos como nunca he visto en los años que llevo trabajando allí, que no son pocos precisamente. No se por qué será, pero desde luego donde otros años hemos tenido material para reírnos unas cuantas semanas, éste año estamos teniendo problemas, marrones e inconveniencias a punta pala. Espero que en el resto de tiendas no pase lo mismo, porque tiene tela.