Yo acabaría antes diciendo con qué no sueño. Porque además tengo la habilidad de recordar hasta los detalles más absurdos de mis sueños. También voy alternando entre primera y tercera persona, hay flashbacks, usurpación de personalidad (en un momento dado del sueño soy yo, en otro otro personaje, después salto a un tercero...).
Generalmente me lo paso muy, muy bien. Da igual la de veces que mi vida corra riesgo, mi yo onírico se divierte de lo lindo escapando de todo tipo de situaciones peligrosas.
Y nada, por poner algunos ejemplos, he mediado en guerras contra el imperio chino, he traficado con niños en Irak, he invocado demonios, he esquivado minas mientras me secuestraba un grupo de death metal, he escapado de dinosaurios, he atropellado zombis, he descuartizado a mi compañero de residencia por no hacer la cama y he adoptado su forma. Me han perseguido mafiosos en un parque de atracciones, he robado almas de la gente que me rodeaba, he hecho exámenes bajo el agua, me he convertido en un espectro que vivía en un charco, he explorado templos, he visto cómo transformaban a mis amigos en gominolas. He escapado de una catedral que mutaba en un dragón, he ido a conciertos privados, he pisado la cárcel, he esquivado erupciones, he participado en una cabalgata de monstruos y personas en descomposición, he formado parte de clanes vampíricos, me he lanzado por una cascada mientras esquivaba flechas, he viajado por todo el mundo y en mis sueños ha aparecido la práctica totalidad de las personas con las que alguna vez he hablado.
A veces me da por escribir algunos de los sueños, porque al poco se me olvidan. Pero es que sueño tanto y con tanta frecuencia que al final termino por dejarlo pasar.