Ayer acabé de ver
Doctor Zhivago (1965), todo un clásico que me dejó sensaciones encontradas.
Por una parte, debo reconocer que tenía un concepto erróneo de la película, ya que siempre pensé que se trataba una historia de amor tierna, romántica e inocente, cuando en realidad es...
Por otra parte, a pesar de su larga duración que sobrepasa las 3 horas, el montaje me pareció atropellado en algunos momentos, mostrando numerosos saltos de varios años que a veces despistan un poco. Además, hay muchos aspectos que se dejan en el olvido o por los que se pasa de puntillas, centrándose casi exclusivamente en la historia de amor de los dos personajes principales. Desconozco si esto también ocurre en la novela de Boris Pasternak (no me he leído el libro), o si debieron prescindir de ellos para reducir metraje.
En cuanto a la banda sonora, el
Tema de Lara (compuesto por Maurice Jarre, padre de Jean-Michel Jarre), es una auténtica maravilla, aunque acaba por resultar cansino debido a las numerosas veces que se repite a lo largo del film.
Un dato curioso que desconocía es que la fría estepa siberiana, en realidad se trata de distintas localizaciones de la provincia de Soria, que dan perfectamente el pego.
Y por último,
Doctor Zhivago es sinónimo de
Omar Sharif, ya que con su sola presencia es capaz de llenar la pantalla de un magnetismo casi hipnótico.