Como seriófilo me gustan muchas series, como a todos vosotros. Sin embargo, hay una en concreto, que logró tocarme todas y cada una de las fibras sensibles de mi cuerpo y que me hizo sentir cosas que ninguna película, serie o libro me han hecho sentir nunca. Pocas veces he llorado tanto en mi vida como viendo esta serie, y además, tiene el final más redondo, reconfortante, triste, duro, alegre y PERFECTO que ningún medio audiovisual ha conseguido superar hasta ahora. Hablo, por supuesto, de
SIX FEET UNDER (A dos metros bajo tierra).