Hombre, yo cuando más jugaba precisamente era cuando más cuadrado estaba. Es más, mi vida se reducía a trabajar hasta al mediodía, llegar casa y tenerme mamá la comida servida, comer, echarle horas a la PS3/360 hasta ir al gimnasio, volver del gimnasio, cenar y echarle horas hasta que el cuerpo aguantaba.
Luego, me casé.