Hadesillo escribió:Llega un punto que no solo no me siento orgulloso sinó que ya no puedo sentir más asco. A éstas alturas sólo es salvable de España Euskadi y Cataluña.
Te aconsejo que salgas de tu casa y empieces a ver un país por lo que realmente es (su gente) y no por lo que algunos os empeñais que sea (su gobierno).
Yo, que he tenido que vivir en 5 CCAA distintas, en todas me han tratado como en casa y no creo que haya pueblo que se haya enfrentado a tantas diversidades que haya salido como ha salido.
Supongo que es más progresista de nueva ola, decir que paises con una política económica como la Suiza son la ostia o países como Bélgica es otra gran democracia mientras que en España se critica la dictadura (como si fuera elegida) y hechos ocurridos hace más de 500 años mientras que alabamos otras donde el siglo pasado estaban sembrando genocidios por África...
También España da puto asco por la monarquía heredada del franquismo mientras que otros países como Reino Unido o Suecia son monarquías del pueblo. Monarquías muy comprometidas con el pueblo... Sorprendentemente son países que se comparan luego las políticas económicas de estos o sociales...
Me gustaría saber que país salido de una dictadura hace menos de 50 años, ha tenido y tiene las libertades sociales que tiene España.
Y no, ni me gusta el gobierno ni la monarquía, ni me siento orgulloso de ser español pero si de su pueblo, simplemente es uno de los paises en los que vivo... Pero de ahí a decir sandeces....
Entiendo que si tanto criticáis el 155 también criticaréis el gobierno británico por suspender la autonomía de Irlanda del Norte hasta 4 veces no? Quitamos a países con monarquia, paraisos fiscales,donde haya habido dictadura recientemente... y al final resulta que los unicos paisos dignos de vivir son:
La República Catalana. ¿El motivo? Que no existe.
Por otro lado muy lógico odiar a tu país por lo que supone que lo odias y citar de ejemplos a Euskadi y Cataluña... Basta con hacer la regla de tres que tu aplicas a España y aplicarlo allí para no tener tampoco mucho sentido.