En orden de los que he tenido:
-Acudía a mí gente con tiempo libre que no soportaba estar en casa. Me pagaban para que, con buen criterio, los mandase a lugares en los que yo nunca había estado.
-Acosaba a vendedores y clientes por igual. Controlaba lo que hacían los primeros y a los segundos les ofrecía solo lo que me interesaba. A veces sacaba fotos.
-Me pasaba el día sentada leyendo o jugando a la consola. A veces venía gente a contarme sus problemas y yo se lo transmitía a otra persona para que se comiese ella el marrón.
-Escribía tochos sobre lo primero que se me pasaba por la cabeza y me pagaban por ello (esto fue más bien colaboración en un proyecto que trabajo, pero da igual)
Y en la actualidad:
-Tengo que tratar de mantener con vida a una criatura que trata de perderla a cada instante. Me exigen disponibilidad total, horas extra y no solo no me pagan, sino que tengo que ser yo quien aporte dinero.