-Definitivamente, hoy me he dejado llevar por la nostalgia.
-A veces me dan ganas de dar la espalda al mundo y gritarles que se alejen... antes de que sea tarde.
-Entonces miro a mi novio y sé que tengo que ser fuerte, aunque sea por él. Porque esto quedará algún día atrás y seremos completamente felices, como siempre lo hemos sido. Sé que no puedes leerme... pero te quiero. Intento esforzarme al máximo... no venirme abajo... no te mereces sufrir por verme mal. Todo esto pasará
-También pienso en ti (sí, tú), y no puedo olvidar todo lo que has hecho (y sigues haciendo) por mí. A veces tengo miedo... temo hacerte daño... porque aunque aparentemente todo sea como siempre, sé que no es así, sé que aún no soy yo... y me da miedo pagarlo con la gente que me importa.
-Aun así... he decidido no salir corriendo. No puedo esconderme cada vez que parece que vuelvo al principio.
-Reconozco que se me da muy mal enfrentarme a cosas que no están en mi mano. ¿Qué hacer cuando no hay algo concreto a lo que enfrentarse?
-Pero pese a todo, prefiero pensar en las cosas buenas. Tengo un viaje pendiente, para ver a una personita adorable
-Voy a tener que dejar de venir al hilo del confieso cada vez que se me cruzan los cables
-Dos carpas son más que una carpa. Pero menos que tres carpas.
-Según he ido escribiendo el mensaje parece que se me ha pasado el momento de pesadumbre. Ahora os advierto... vale, soy rara, soy yo tal como soy, con mis maravillosas y adorables cualidades y algún que otro trastorno mental sin importancia
. Y si no os gusta, estáis a tiempo de largaros. Pero luego no se admiten quejas ni devoluciones. Tampoco vales para canjear por una ameba.