Voy a mear fuera del tiesto -o un poco, porque voy a exponer brevemente lo que pienso de la política lingüística-. Yo creo en un modelo liberal para las lenguas. Que el Gobierno se mantenga al margen del estado de la lengua, con ello quiero decir que debe ser la gente la que decida si quiere usar una determinada lengua o no. A los EEUU no les ha hecho falta una lengua oficial -aunque el inglés lo parezca, en la Constitución no viene lo de la lengua oficial, sólo es el primer idioma del país por pura demanda- y mirad, tienen una de las culturas más ricas del planeta -sí, Hollywood sólo es una minúscula parte de esa cultura-. Si nadie quiere hablar catalán, que no se trate de dar aire de manera artificial. El Gobierno de turno sólo debería estar ahí para ajustarse a la demanda. Si hay muchos que hablen catalán, bien, se usa más el idioma en entornos oficiales. En los EEUU se está dando un buen ejemplo de ello. El castellano se está empezando a ser visible en grandes empresas, administraciones, pequeños comercios, etc... Todo ello gracias a una demanda previa de los inmigrantes latinoamericanos.
Todos los que habláis de protección de la cultura. En este punto, creo que el Gobierno también debe estar al margen. Que sea la propia gente la que se decida a crear cultura en un idioma u otro. Una cultura fuerte no necesita que el Estado le dé de comer.