El mercado japonés de videonconsolas ha caído hasta niveles de 1990 tras descender un 10% a lo largo de 2014. Según cifras publicadas por
Famitsu, las ventas de
hardware y
software generaron el año pasado en Japón 369.000 millones de yenes (2.605,1 millones de euros), frente a los 409.000 millones de yenes generados en 2013.
Tal como se puede apreciar en el gráfico histórico inferior, los beneficios que generan las videoconsolas en el país oriental encadenan ocho años en caída libre tras tocar techo en el año 2007. Además, el ejercicio de 2014 denota una notable reducción en los beneficios generados por las ventas de
hardware respecto al total del mercado, aun pese al reciente estreno de una nueva generación de consolas.
El "top 10" del año 2014 en
hardware comienza con Nintendo 3DS (3,1 millones de unidades vendidas) y PS Vita (1,1 millones de unidades), demostrando la preferencia de los nipones por las consolas portátiles. A continuación se sitúa PlayStation 4 con 925.570 unidades, Wii U con 604.856 unidades, PlayStation 3 con 450.034 y a mucha distancia Xbox One con 45.958.
El dominio de las portátiles en Japón también se hace evidente al examinar la lista de juegos más vendidos en 2014, donde ocho de los diez principales (todos de Nintendo) son para 3DS. El "top 10" lo conforman Yo-kai Watch 2: Ganso, Pokémon OR/AZ,
Monster Hunter 4 Ultimate,
Super Smash Bros. para 3DS, Yo-kai Watch 2: Shin Uchi, Yo-kai Watch,
Mario Kart 8, Dragon Quest Monsters 2: Iru to Ruka no Fushigi na Fushigi na Kagi,
Kirby Triple Deluxe y Super Smash Bros. para Wii U.
Los resultados de 2014 certifican un año más que la industria japonesa del videojuego está emigrando de forma inexorable hacia las plataformas móviles. Esto ocurre en un país donde los juegos digitales para consolas no terminan de arrancar y donde el mercado del PC nunca ha tenido una fuerza significativa.