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Mello escribió:matranco escribió:Leedlo, que a alguno le hace falta...
http://elblogdegabrieljmartin.blogspot. ... s-gay.html
Interesante artículo
Reakl escribió:Pues ese artículo está mal en muchos puntos. Si quieres te lo desmonto cuando tenga tiempo. No quiero hacerlo ahora porque por lo que veo la gente no tiene mucha intencion de informarse si no de justificar sus ideas, y paso de perder el tiempo explicando cosas para gente que lo único que quiera es buscar donde apoyar su ideología.
Pero solo dejo una nota:
Dice que el estudio de los hermanos monocigóticos daba de resultado un 100%. Lo tienes en el artículo que enlacé antes. Pero ese no tiene imágenes bonitas.
Esta es la razón por la que los opositores al matrimonio igualitario se empeñan en tratar de demostrar que la homosexualidad no es algo innato porque, al serlo, no podrían justificar su negativa a que podamos ser asistidos por el mismo ordenamiento jurídico que los heterosexuales (cuya orientación sexual también es innata).
Es importante tener en cuenta que estas interpretaciones generalmente no se basan en estudios cuantitativos controlados sino que, simplemente, surgen anecdótica o narrativamente de casos de psicoanálisis cuyo valor y objetividad científica eran a menudo puestos en duda (ver Dufresne, 2007)”.
Lo que te hace homosexual no es con quién tienes sexo sino de quién te enamoras
Siendo serios y hablando de prácticas sexuales, sabemos (Diamond, 1993) que en culturas donde son habituales las prácticas homosexuales durante la juventud (antes de poder tener acceso a las mujeres), no se encuentra una mayor prevalencia de homosexuales adultos. Y lo mismo sucede en culturas donde existen ritos que incluyen prácticas homosexuales, como en algunos lugares de Papúa Nueva Guinea, donde se sostiene que los hombres jóvenes pueden adquirir sabiduría felando y bebiendo el semen de hombres mayores.
En esas poblaciones tampoco encontramos un mayor número de parejas homosexuales adultas sino que este número es muy similar al que podemos encontrar en otras culturas menos tolerantes.
Por tanto, no podemos confundir homosexualidad con prácticas sexuales ni con homoerotismo porque la orientación sexual, aunque las incluye, es mucho más amplia que las prácticas sexuales o la atracción erótica y porque, por mucho que las prácticas sexuales estén consentidas en una sociedad, ello no implica que haya más parejas homosexuales en esa sociedad que en otras donde tales prácticas no sean tan bien vistas.
Otro error que se suele cometer es el de considerar que la homosexualidad es algo elegido, aprendido o adquirido. Nada más lejos de la realidad. En la obra citada anteriormente (Balthazart, 2010, pp 167 y siguientes) encontramos una revisión extensa sobre este punto y señala preguntas que las teorías del aprendizaje no pueden explicar sobre la homosexualidad: ¿qué padres heterosexuales enseñan a sus hijos a ser homosexuales? o ¿cómo puede ser más fuerte lo que te enseñe un “supuesto pervertido” en la calle que toda la educación recibida por parte de tus padres?
lo que demuestra que, ni siquiera teniendo un modelo de pareja homosexual en tu propia casa, adquieres un comportamiento homosexual
Finalmente, es sabido en psicología que toda conducta adquirida puede “desaprenderse” y es bien conocido que no se puede dejar de ser homosexual (Besen, 2003; Seligman 2009). En el inicio de la década de los 2000, hubo una polémica sobre un estudio (Spitzer 2003) donde se concluía que algunos homosexuales podían, al menos gradualmente, modificar su orientación. Sin embargo, la metodología del mismo resultó muy endeble puesto que consistía en recoger las respuestas a un cuestionario telefónico realizado por pacientes de terapias de conversión (para dejar de ser gais) y, además, esos “exgais” eran miembros previamente seleccionados del programa que en ese momento, se dedicaban a labores de “ministerio” con lo que, difícilmente, se les podría considerar una muestra verdaderamente representativa (Drescher & Zucker, 2006). Finalmente, Spitzer tuvo que reconocer su error y corregir sus afirmaciones (Spitzer, 2012 http://www.sexuologickaspolecnost.cz/do ... pology.pdf). Casualmente, justo escribiendo este artículo, salta la noticia de que “Exodus” la mayor organización cristiana del mundo dedicada a la “curación de la homosexualidad” cierra sus puertas mientras pide perdón por sus mentiras y todo el daño que han causado a las personas homosexuales en sus 35 años de existencia (http://exodusinternational.org/2013/06/i-am-sorry/).
Finalmente, aquellas teorías que afirman que la homosexualidad es algo construido socialmente, se enfrentan a preguntas que no pueden responder. En efecto, la construcción social, te permite comprender por qué vivimos nuestra sexualidad conforme a determinados roles (más arquetípicamente masculino, más camp, etc.) pero no puede explicar cómo es posible que algunas personas elijan conductas “desviadas de la norma” como expresión personal
unque se esgriman argumentos relativos a la desobediencia o la reactividad (que habría que ver cómo aplicárselos a los niños de 6 años que ya manifiestan sentirse atraídos por otros niños)
dejan sin explicación un fenómeno como el hecho ya mencionado de que el porcentaje de personas homosexuales sea relativamente constante en todas las culturas al margen de lo permisivas o no que éstas sean con la homosexualidad.
El primer lugar al que miró la investigación fueron los niveles hormonales de las personas homosexuales. Se había comprobado que, cuando les inyectas hormonas femeninas, los ratones machos adoptan la postura de lordosis (el culito en pompa) para ser montados por otros machos y que cuando inyectas hormonas masculinas en ratonas, éstas montan a otras hembras. Así que se pensó que los hombres gais debíamos tener menos hormonas masculinas (o más hormonas femeninas) que los hombres heterosexuales. Sin embargo, la comunidad científica salió de ese error tan tempranamente como en los años 70 del siglo pasado (Brodie, Gartrell, Doering & Rhue, 1974) demostrando que los homosexuales tenemos los mismos niveles hormonales en sangre que los heterosexuales.
Entonces, ¿qué pintan las hormonas en todo esto? Pues mucho, pero no cuando ya has nacido, sino en los momentos en los que aún eres un feto.
Hay estudios que muestran que los niveles altos de testosterona fetal pueden correlacionar con una orientación homosexual.
¿cómo es posible que un nivel alto de testosterona ocasione una “feminización” de un área cerebral? La hipótesis que se sugiere es que otra forma de que la porción de tu cerebro correspondiente a la orientación sexual se configure en “modo gay” es que tengas un nivel alto de testosterona fetal, cosa que hace que tu pene sea mayor y que tengas pinta de macho alfa. Ese excedente de testosterona, sin embargo y a la hora de actuar sobre el cerebro, sufrirá un proceso llamado “aromatización” mediante el cual se transformará en estradiol (una hormona femenina) debido a la intervención de una enzima llamada aromatasa. Parece una hipótesis atrayente ya que, juntos, ambos fenómenos (homosexualidad como resultado de un nivel más bajo y homosexualidad como resultado de un nivel más alto de testosterona fetal) explicarían que haya gais más arquetípicamente masculinos y otros con una gestualidad mas femenina. De momento, los estudios, aunque bien encaminados, no son concluyentes (DuPree, Mustanski, Bocklandt, Nievergelt & Hamer, 2004) ¡así que toca seguir esperando para tener una respuesta definitiva!
En biología y ciencias de la salud, se denomina fenotipo a la expresión del genotipo en función de un determinado ambiente.
En las parejas de hermanos dicigóticos, la proporción era del 42,3%. Sin embargo, en los gemelos monocigóticos, aquellos que compartían toda su información genética, la proporción encontrada fue del 100%. Resultados tan espectaculares no se han vuelto a replicar
Otro estudio con hermanos gemelos arrojó resultados significativos aunque no tan amplios. Bailey y Pillard (1991) hallaron una concordancia en homosexualidad del 52% en gemelos monocigóticos, del 22% en gemelos dicigóticos, y del 11% en los hermanos adoptivos de hombres homosexuales, lo cual sigue siendo un resultado que demuestra ampliamente la influencia genética en la homosexualidad.
lo que demuestra que, ni siquiera teniendo un modelo de pareja homosexual en tu propia casa, adquieres un comportamiento homosexual
Este trabajo inició una considerable polémica e investigación posterior, cosa que explica los mil y pico estudios que mencioné antes. En estos momentos y gracias a que cada vez tenemos un conocimiento más profundo de los mecanismos de funcionamiento de los genes, se ha encontrado una respuesta a por qué la concordancia en orientación sexual no es del 100% en gemelos monocigóticos y por qué no se ha encontrado un “gen gay”: la epigenética. En 2012 se publicó un modelo explicativo que daría cuenta de la mayoría de factores encontrados como generadores de la homosexualidad (Rice, Friberg & Gavrilets, 2012). Las cosas, según este modelo, serían más o menos como siguen: (1) el patrimonio genético de la humanidad cuenta con algunos genes -que van pasando de una generación a otra- y que promoverían unos determinados ambientes hormonales fetales. (2) La epigenética (una serie de mecanismos que hacen que determinados genes se manifiesten o que no se manifiesten) es la responsable de que, a lo largo de las sucesivas generaciones, a veces se produzcan niveles más altos o más bajos de los estándares en fetos varones de forma que (3) esos niveles hormonales del periodo fetal preconfigurarán determinadas áreas cerebrales en el modo que ya hemos visto anteriormente.
Es decir: no es que haya un gen gay, lo que hay es una serie de genes que, si se manifiestan (dependiendo de mecanismos epigenéticos), ocasionan determinados niveles hormonales durante el periodo fetal, lo cual, si sucede en unos momentos concretos del periodo de gestación, configuran determinadas áreas cerebrales con orientación homosexual.
Incluso se sabe que los genes no son necesarios. Existe una correlación entre el orden de nacimiento y la orientación homosexual en varones de forma que, cuantos más hermanos varones mayores tengas, más probable será que tú seas homosexual. Evidentemente no significa que no puedas ser gay si eres el mayor de tus hermanos (¡aquí estoy yo mismo!) sino que, los varones pequeños de familias con muchos hermanos varones, tienen muchas más probabilidades de ser gais. Bogaert (2006) demostró que el efecto no se debía a haber sido criado en una familia con muchos otros varones “donde la madre mime al benjamín hasta hacerlo gay” pues incluyó en su estudio un grupo control donde se tenía en cuenta la orientación sexual de varones menores adoptados criados en familias con muchos hermanos mayores. En los menores adoptados no se daba este efecto “homosexualizante” así que se concluyó que ello debía guardar relación con el orden de nacimiento. Además, es muy interesante saber que este efecto no se produce si lo que tiene el niño son muchas hermanas mayores. Por estas razones se especula (Blanchard & Klassen, 1997) con la posibilidad de que el útero materno cree anticuerpos para defenderse de un antígeno que secreta el feto masculino (el antígeno H-Y) menguando el poder virilizador de éste. Así, el cerebro no se masculiniza al modo estándar. A más hermanos mayores, más anticuerpos ha generado la madre, más intenso se hace su efecto por acumulación y, por tanto, se da una mayor probabilidad de que se produzca el proceso de feminización (o no masculinización) de ciertas áreas cerebrales.
Una de las cuestiones más curiosas que el mundo académico se plantea sobre la homosexualidad es cómo ésta aparenta contradecir la teoría de Darwin: si (en principio) no nos reproducimos, ¿cómo es que los homosexuales no nos extinguimos? Antes de responder que hay gais que han tenido hijos con mujeres, piensa en otras especies donde, los que son homosexuales, nunca se reproducen, como es el caso de los pingüinos. ¿Por qué no deja de haber pingüinos gais si los que hay nunca se reproducen y, de este modo, no pueden legar sus “genes gais”? Por si la pregunta no tuviese suficiente miga, ya hemos visto que, a medida que se investigaba sobre las causas de la homosexualidad, se fueron encontrando más y más evidencias de que la homosexualidad aparecía debido a una serie considerable de diferentes factores (genes, epigenética, hormonas, etc.). La ciencia estaban en ascuas hasta que llegó la sociobiología y ofreció una respuesta: en los seres humanos, así como en otras especies sociales, la homosexualidad garantiza una tasa óptima de reproductividad. Primero porque no todo el mundo se reproduce, ayudando a evitar la sobrepoblación y segundo porque, en caso de fallecimiento de los padres, las crías siempre tendrán unos padres de reserva que se hagan cargo de ellas. Así, cada generación de “cachorritos” humanos tendrá unos padres o madres de reserva que se encargarán de darles una infancia feliz en un hogar protector y cálido. De esta manera, la homosexualidad cumpliría una función en la reproducción de la especie, que se referiría a que las personas homosexuales, a través de conductas altruistas hacia sus congéneres más próximos (hermanos, sobrinos, primos...) consiguen que supervivan sus genes (o los más similares posibles) en entornos donde no conviene que haya muchos descendientes compitiendo” (Bayle Ayensa, 2008, p. 117).
datos que sugieren con fuerza que la homosexualidad no es el resultado de la elección de una vida (de un estilo de vida). Es más bien un cambio fenotípico complejo que va mucho más allá del campo de la sexualidad y con toda probabilidad, sugiere la existencia de una base biológica independiente de la voluntad del individuo
En biología y ciencias de la salud, se denomina fenotipo a la expresión del genotipo en función de un determinado ambiente.
matranco escribió:Reakl, lo primero que tendrías que hacer antes de criticar, es informarte de QUIEN escribe lo que estás leyendo... No es un particular, es una eminencia en psicología y además un chico intersexual (que no transexual).
A partir de ahí escribes tu opinión sin poner ningún tipo de fuente y nos lo tenemos que creer porque si ... Vamos de risa.
Por cierto, creo que utilizas la palabra demagogia sin saber que significa (aunque realmente te hace más culto el utilizarla)
Mello escribió:¡Gracias por responder!
Me ha parecido muy interesante el tema de las hormonas como algo ambiental (no me había parado a considerarlo así, aunque evidentemente no es algo genético).