GXY escribió:cuanto mas leo de este caso, menos sentido tiene.
sin culpable condenado este caso no se va a cerrar.
Y parece que ni ganas que tienen, las autoridades, de hacerlo.
Siendo de la zona (toda mi familia, de sangre y también la política, ha nacido a menos de 30 minutos de ahí, algunos en lo que ahora está bajo el agua del pantano, directamente
) os diré que desde hace 2 años, precisamente desde que pasó esto, la zona se ha ido vaciando de visitas.
Pero a decir verdad, sobretodo desde principios de este año.
La carretera principal (subiendo por el curso del río Ter) quedó hecha mierda por culpa del temporal Gloria, y a las 6 semanas empieza la pandemia.
Durante febrero sólo subieron los de Endesa que tenían que ir a arreglar cosas. Y tampoco se lo curraron mucho, la carretera nunca había sido gran cosa, pero después del temporal era una ruina y dejaron un camino de carros por el que los 4 currelas de la presa pudieran llegar arriba sin morir en el intento y poco mas.
Justo hace un mes empezaron las obras "gordas" para volver a tener una carretera decente, pero entre el semi-abandono de todo el recorrido y el aislamiento de la gente durante unos meses... eso ha sido un criadero de gente... como lo diría... "de la que no te puedes fiar"
. Digamos que es un secreto a voces que la plantación de marihuana que se le atribuía a Magentí es "peccata minuta" en comparación a todo lo que debe de haber escondido por esos lares.
También se sospecha que bajo la excusa de "obras" (porque ni hay desperfectos que arreglar ni hay obreros) han cerrado la carretera que baja del pueblo actual hasta esa parte baja de la montaña (la que toca la zona nordeste del pantano) para evitar otro encontronazo de inocentes con "quien haya ahí".
Tampoco voy a decir que eso esté lleno de asesinos albanokosovares y cárteles de la droga (porque alguno ya lo vende así, como que esa, directamente y sin despeinarse), pero abuelos que toda la vida han paseado por ahí, saben lo que es la caza y oyen tiros que no son de escopeta de cazar conejos o perdices, sí que hay