Yo creo que en España existe un grave problema; el odio a lo que no se sienta “verdaderamente o genuinamente español”. Hablo de España tanto en un lado como en otro. Vayamos por partes.
¿Qué significa el “ser” español? Siempre se habla de que todos somos españoles, pero nunca nadie se para a pensar que significa ser español. -Tú eres español-, te dicen, pero no se oye respuesta al preguntar qué significa tal afirmación. – Español es quien vive en España, y tu vives en España- De acuerdo, entonces, ¿qué es España? Una unidad territorial única e indivisible, ¿o algo mucho más complejo? ¿España es una, o más bien 51?
No lo vemos, pero el verdadero motivo de la incomprensión total y absoluta de nosotros mismos contra el “otro bando” radica en que no sabemos qué es España. Pensamos que España son cuatro ideales superfluos y sin sentido, de los que, curiosamente, siempre dan que hablar; básicamente, la lengua y el territorio. El idioma castellano y la unidad territorial. En verdad; ¿solamente esto es España? Una integridad territorial única e indivisible y una lengua integradora, ¿o hay algo más? Porque, entonces, por ejemplo, ¿qué narices pintan en España otras lenguas? Falso es, en verdad, que España y ser español sean cosas tan sencillas.
España no es una lengua, son muchas lenguas; España no es un pueblo, son decenas de pueblos; España no es una unidad territorial única e indivisible, son decenas de unidades territoriales. España es un conjunto de seres verdaderamente distintos entre ellos, y si nadie llega nunca a la conclusión de que el actual estado está muy mal planteado, NUNCA, y repito, nunca, llegaremos a un verdadero entendimiento entre todos nosotros.
España no es una nación como cualquier otra; es una nación de naciones. Esto es España. España es lo que la unión europea es a Europa; un proyecto de unión ibérica. Esto es lo que verdaderamente es España. Un verdadero concepto metafísico que lo tendría que inundar todo, haciendo que todos y cada uno de nosotros nos hiciéramos nuestro lo único, lo genuino, de nuestro vecino.
E aquí dónde el estado español a fallado a lo largo de su historia; el no hacerse suyo las particularidades de los distintos españoles. Se sacó fuera del saco de lo Español a esas lenguas, a esas particularidades, que hacían verdaderamente rica a esta maldita península. Y claro, luego pago el precio de tal osadía; el nacimiento del separatismo. Y como éste atentaba contra esas ideas que se habían hecho genuinas en lo español, se condenó y se seguirá condenando contra los siglos de los siglos.
¿Por qué alguien de fuera de Cataluña no puede pensar que el Catalán es tan suyo como si de un propio catalán se tratara? ¿Qué ocurre? ¿No vivo en Cataluña y por lo tanto me la pela? ¿Qué chorrada es está? Se le pide a todos los Españoles que se hagan suyos sus símbolos y demás, pero no se le pide a cambio que se le hagan suyos las distintas particularidades del “otro” españolito. Que bien, fantástico, e aquí la justificación de los nacionalismos periféricos; alguien tiene que cuidar “esas” particularidades.
Pero lo peor de todo es que la cosa ha llegado hasta el punto del odio. Si, ese odio que a uno le sale del corazón cuando piensa;- mira, éste habla en vasco- y automáticamente la mente de uno ya asocia vasco con muerte, terrorismo o dios sabe que burradas más, y el recelo termina en odio, y el odio sólo termina en una cosa.
España ha fallado, todos hemos fallado. No hemos sabido crear la verdadera nación que tendría que ser nuestro país. No culpo a nadie en concreto, si no a todos en general. Hemos tenido decenas de años para establecer un verdadero mecanismo de hermandad entre todos nosotros, y sólo hemos conseguido crearnos más barreras que nos separen. Luego la gente se queja de los “separatismos” y les lanza pestes, pero no se para a pensar por qué narices siguen ahí, aunque muchos no tengan casi posibilidades de sobrevivir al tiempo.
Mientras sigamos haciendo estas mismas chorradas de preguntas, y la gente siga respondiendo lo que responde, no se va a cambiar nada. Mientras no nos entre en la mollera que la definición de España tiene que cambiar, habrá siempre la misma mierda que hay hoy en día y que por mucha dictadura que se le ponga, no se van a cambiar las cosas.