Es evidente que la prohibición no es la solución. Está a la vista de cualquiera que tenga ojos en la cara.
Se consumen millones de toneladas de drogas ilegales en cualquier lugar del mundo.
Ahora mismo, a quien le apetezca hacerse una ralla de coca, no tiene ninguna dificultad en pillarla en ninguna población de este país.
El problema de la prohibición es que el consumo es exactamente el mismo pero no existe ningún tipo de regulación, con lo que la droga en circulación es todavía más peligrosa al estar adulterada. Se propicia la aparición de mafias y clanes violentos y la cosa empeora.
La solución está en la educación. Porque yo estoy más que convencido de que el 99,9% de gente que se droga no lo hace por experimentar nuevas sensaciones o por abrir su mente a nuevos estados o por cualquiera de los posibles efectos "positivos" de la droga. Los crios que se empiezan a drogar o que se meten calimocho hasta las orejas lo hacen porque tienen la misma personalidad que una ameba. Es decir, lo hacen porque son gilipollas y son incapaces de negarse por temor a sentirse rechazados.
Casi todos los críos que se drogan lo hacen por "fardar", por hacerse los duros, porque se creen que así son guays, que son más malotes, que les tendran más respeto, que se convierten en una especie de outsiders rebeldes, cuando en realidad son una panda de memos patéticos con menos futuro que el festival de Eurovisión.
El tema de las drogas es como el sexo. Está demasiado mitificado.
Con la educacion y la personalidad bien afianzada y bien sólida se pueden probar casi todas las drogas sin convertirse en un yonki de mierda.
Un tio con una personalidad sólida se puede hacer un cubata sin problemas. Un crío alelao y desinformado acabará siendo un alcohólico de fin de semana y un puto perdedor.