Personalmente veo el asunto de forma sencilla. La revista será de contenidos gays, pero los diseñadores y fotógrafos no son tan imbéciles e inocentes como para no saber que en un país derechista como este, si mezclas tradiciones con homosexualidad, aquellos de moral pretérita te van a saltar al cuello. Por lo tanto, el trabajo que han hecho ha sido el de crear una imagen que si bien debería parecernos normal, tiene como una de sus finalidades generar polémica entre los tontacos, que con su mera reacción ya se etiquetan.
O como mínimo, eran conscientes de que ocurriría.
Un saludo.