Ya están dichas todas las cosas que han conseguido alejarme de este mundillo. Mi "top" serían:
- La del tip@ del rastro que le preguntas el precio por unos cartuchos de SNES y te dice "pufff, es que... claro, son juegos de colección chungos de conseguir"
- El vendedor al que le pides fotos para poder ver mejor los detalles y te la hace con la cámara del móvil y cuyas fotos no se ven un carajo (y lo saben) cuando le metes el zoom, aunque tú le has pedido expresamente que te las haga con cámara de fotos, cámara que siempre está ya a tomar por culo, ya rota o ya prestada.
- El vendedor que te pide una pasta gansa y, al intentar negociar el precio a una cantidad más decente, te suelta que es una inversión. No sabía que al comprar una Saturn estaba realizando la contratación de un depósito. Es que uno no gasta, invierte.
- Artículo perfecto, completo, lo fliparás cuando te llegue, es un estado uoyeah de verdad de la buena... y cuando lo ves soltar "¿Qué es esto de aquí? Anda, coño, y una marca en la portada y otro roce en la contraportada y un piquete en el lomo." Es lo que tiene, que los padres siempren piensan que sus hij@s son un dechado de virtudes mientras que todos los hij@s de los demás son el resultado de juntar toda la escoria genética del esparmatozoide más tonto del padre con la escoria genética del óvulo más infame de la madre.
Pero sobre todos ellos se alza lozana, destacando, la frase por antonomasia, la que se puede clasificar de best hit, top 1, de ser inalcanzable e inigualable, la que perdurará en el infinito mar del tiempo y nos sobrevivirá a nosotros, a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, la que cuando el mundo deje de ser mundo seguirá resonando constantemente en el infinito vacio del universo, es la coletilla de "para coleccionistas". Con esa coletilla, que tan bien casa en cualquier frase, conversación o privado, el vendedor justifica tanto el estado, sea bueno o nefasto, como el precio, sea alto o directamente prohibitivo.
Y creo que nada más, jejeje. A gusto que me he quedado.