Mal por Ferrari, por no indicarle rápidamente a Alonso que se tenía que dejar pasar, y mal por la FIA, en tardar tanto en aplicar el reglamento en una situación que, a priori, no es nada complicada. Alonso lo que tiene que hacer es correr y es lo que ha hecho. Ahora eso sí, espero que se le pase pronto el cabreo, porque no le va a hacer mucho bien.