Si ayer recomendaba el Little Inferno, juego de los más conocidos del HIB (dentro de lo que cabe), hoy repito con Thomas Was Alone, el cual desconocía totalmente. Es una combinación entre plataformas y puzles no excesivamente complejos, pero me han enamorado dos cosas suyas: la sorprendente capacidad para contar una historia simpática y entrañable con 4 pixelacos mal contados (lo que demuestra nuevamente que por encima del presupuesto y la tecnología, existe una cosa que se llama "talento") y una banda sonora muy buena que realza la experiencia. Ciertamente, el hecho de tener las expectativas muy bajas después de ver algún video suyo y comprobar que el juego iba de cuadraditos y rectángulos saltando, ayuda a que uno se sorprenda después, pero la verdad es que está muy bien y es muy recomendable.