Yo sigo un tanto 'tocado' por lo del otro día. Vengo de One y One X y tenía pensado irme a PS5 porque me ha dolido perderme tantos buenos juegos first de Sony esta generación, especialmente los de la última hornada. Pero, pese a ello, había un resquicio para que Xbox me convenciera con Series X, y eso que tengo un PC gaming bastante potente que me permite acceder al futuro catálogo de Xbox Game Studios.
El caso es que lo del Halo fue un primer hostión con la mano abierta y después ver todo teasers en plan "lo tenemos todo en fases tempranas de desarrollo" me dieron una mala impresión increíble. Y me duele porque me he pasado toda la generación tratando de defender a Xbox frente a mucha gente que me decía que por qué no tenía PS4, que Xbox no le interesa a nadie.
Con One X tengo un mosqueo grande porque no han sacado ni una sola nueva IP que saque jugo de su potencia y me he tenido que conformar con ver los multiplataformas a gran resolución, así como dos entregas de sagas de siempre como Forza Horizon y Gears. Y sí, muy bien, pero yo esperaba más. Al final me gasté 500 euros para tener un upgrade gráfico de tres años, hasta la salida de la nueva generación. Y a pesar de esa sensación de decepción con la marca Xbox, sentí ilusión por si de verdad me podían ofrecer algo rompedor con Series X.
Al final siento que estoy haciendo yo más de mi parte por quedar satisfecho con lo que me proponen que ellos por tratar de seducirme.
La gente habla mucho sobre lo maravilloso de Game Pass, y sí, está muy bien. Pero para mí la magia de este hobby reside en la ilusión más irracional, es decir, cuando hay un juego que te maravilla y quieres jugar sí o sí y estás dispuesto a pagar por ese hardware, sea cual sea, para poder adentrarte en ese mundo que tanto te atrae. Reside también en comprarte ese juego con toda la emoción deñ mundo y saber que lo tienes ahí para volver años más tarde, sin depender de suscripciones y servicios de conexión en línea. Y, sobre todo, la magia reside en jugar títulos que te ofrezcan algo poderoso y excitante, algo que, desde mi punto de vista, solo logra Sony. Y Nintendo también, si bien no desde el punto de vista gráfico y técnico, sí desde el de la innovación, la jugabilidad, el diseño artístico y, por supuesto, la diversión.
Y todo eso no lo encuentro en Xbox, ni en su servicio de suscripción. He vivido una generación de luces y sombras en One-One X, y Series X me da la sensación de ser una consola con un futuro aún más oscuro. Tiene un hardware prodigioso, pero me temo que va a ser una apestada para el público general por su diseño, si catálogo exclusivo prácticamente nulo y mediocre, y porque la marca no ha sabido aprovechar ninguna de las oportunidades que ha tenido hasta ahora, ni la de mayo, ni la de julio. La veo en peor posición que cuando Xbox One incluso, porque ahí al menos arrastraba un público de Xbox 360, su mejor generación. Ahora viene de Xbox One y con un ecosistema compartido con Windows. Nada que ver.
Siento la parrafada pero con el café me apetecía compartir un poco lo que pienso. En conclusión, me voy a PS5 con ilusión. Tuve PS1, tuve PS3 y tendré PS5, soy de números impares por lo visto.