Don Balón escribió:LAPORTA ATA A MOURINHO
Los enfrentamientos BARÇA-CHELSEA de Champions tuvieron a Mourinho, entonces técnico del conjunto inglés, como protagonista.
El carácter del portugués y sus declaraciones enervaron al público del Camp Nou.
Ahora parece que su futuro está muy ligado al Barça...
El enemigo número 1 del Barça y el más odiado, el hombre al que casi 99.000 voces le gritaron “Vete al teatro” (con los acordes de la canción “Guantanamera”) y el que parte de la prensa maltrató, hasta el punto de investigar incluso su sexualidad cuando era segundo entrenador con Bobby Robson, está con un pie en el Barça.
¿Y Rijkaard?
El actual técnico sólo continuaría en caso de que el equipo ganase títulos mayores, leáse Liga o Champions. En este caso. Mourinho se llevaría medio millón de euros. Así de sencillo.
Joan Laporta está muy preocupado por el final de la temporada y ya ha dado pasos para conseguir un nuevo entrenador, para lo que está dispuesto a tirar la casa por la ventana, a pesar de que la economía del Barça no está para muchos alardes.
Mourinho ha pertenecido a la nómina de Abramovitch, que paga muy generosamente. Laporta ya sabe que Mourinho le costará tres veces más que Rijkaard. Pero está dispuesto a asumir el riesgo y extenderle un contrato por tres temporadas.
El presidente azulgrana ve que si el equipo de fútbol sigue por la senda de los fracasos y si por esa causa es blanco de las posibles ‘pañoladas’ de los socios en el Camp Nou, su carrera política quedaría en entredicho. Laporta no puede permitirse salir mal del Barça si quiere luego ser algún día alguien en Convergencia, que ahora mismo es el partido con el que parece tener más afinidad sin descartar Esquerra Republicana, a la que también cuida.
Sin ir más lejos, Laporta prefirió asistir un acto de uno de los líderes de dicho partido, Joan Ridao, a desplazarse a Villarreal para presenciar la ida de los cuartos de final de la Copa.
Drogba por Ronaldinho
En el programa electoral de Laporta había un apartado que decía que el club no contrataría los servicios de los intermediarios para culminar operaciones de fichajes o traspasos de jugadores. “Las comisiones que se llevan estos señores irán a la arcas del club”, afirmó Laporta en su campaña electoral.
La realidad es, sin embargo, muy distinta. Incluso para fichar a Eidur Gudjohnssen, cuyo padre es agente FIFA, el Barça tuvo que recurrir al hombre al que presumiblemente se ha entregado Laporta para que le haga un nuevo Barça: el intermediario portugués Jorge Mendes.
Sus servicios tendrían tres objetivos principales: fichar a Didier Drogba, del Chelsea, si es posible a cambio de Ronaldinho; convencer a Jose Mourinho para que sea el próximo entrenador del Barcelona y, para culminar la operación portuguesa, convencer a Cristiano Ronaldo para que fiche por el Barça, aunque este último objetivo está aparcado y no corre tanta prisa como los dos primeros.
Jorge Mendes, hombre clave.
Tras la salida de Sandro Rosell como vicepresidente deportivo, Laporta se quedó huérfano de contactos internacionales y se acordó de Jorge Mendes, de 41 años, al que conoció con motivo del traspaso de Deco. Laporta ha puesto ahora en sus manos su futuro como presidente del Barça lo que es tanto como decir como político.
Lo primero que ha conseguido Laporta de Mendes ha sido bloquear a Mourinho, que en los últimos días ha estado en Ghana haciendo de comentarista de la Copa de África para Eurosport. Laporta necesita un recambio válido de Rijkaard. Durante la temporada en marcha se tanteó un sustituto (como se recordará en DB ya dijimos que Guardiola le dijo no) y también se estarían tocando las teclas para una vez finalizada.
Laporta ha querido curarse en salud y atar bien la operación. Al efecto, ha aceptado la propuesta de Mendes, por otra parte, algo habitual en estos casos: si el 1 de mayo, la fecha límite, el Barça desiste de fichar a Mourinho el club deberá indemnizarle con 500.000 euros.
Incluso Mourinho le ha hecho llegar a Laporta, a través de Mendes, su idea de cómo haría jugar al Barça, a base de un 4-4-2, con Drogba y Eto’o como puntas y un centro de campo de hombres con fuerza y técnica a la vez, además de llegada. Para Mourinho, la segunda línea debe garantizar al menos la mitad de los goles del equipo. Es decir, una línea de hombres tipo Essien y Lampard, en la que tendría cabida Deco, aunque es más dudoso que también tuvieran sitio Xavi e Iniesta, demasiado enclenques para el fútbol-músculo de Mourinho.
Dado que el Barcelona tendrá que vender jugadores a final de temporada para arrojar beneficios y así no tener que constituir avales, las decisiones de Mourinho serían la pantalla perfecta para desviar la responsabilidad de las decisiones.
Mientras, en Barcelona, Johan Cruyff, el consejero áulico de Laporta, ya se ha manifestado en contra de Mourinho en su colaboración semanal en un diario. Pero, al parecer, el holandés cuenta ya muy poco ya para Laporta en el momento de tomar decisiones. Las últimas incluso las ha hecho sin consultar al directivo y al profesional del club que son responsables del apartado deportivo; es decir, Marc Ingla y Txiki Begiristain.
Laporta va, pues, por libre. Quiere asegurarse una salida del Barça con todo honor, aunque ignora que le será muy difícil. El dinero y los fichajes son vasos comunicantes: si hay muchos fichajes quedará muy poco dinero. Y las sentencias de los tribunales señalan que, tarde o temprano, la directiva quedará obligada a avalar. Si al final de su gestión hay pérdidas, éstas se cubrirán con el dinero de los avales. Pero como soñar no cuesta dinero, Laporta ha comenzado una ‘operación maquillaje’ para el socio en vistas al posible desembarco de Mourinho.
Los medios de comunicación afines han comenzado ya esta especie de campaña con ‘supuestas’ encuestas en las que son más los que aceptan a Mourinho que los que le rechazan o reportajes en los que se intenta convencer de que el fútbol que pretende Mourinho para el Barça es mejor y más espectacular que el de Brasil en los años 70.
¿Se lo creerán? Algunos, no, ya que en los programas radiofónicos locales que abren los micros a los aficionados y están muy poco o nada mediatizados el rechazo al portugués llega al 90 por ciento.
Los únicos que le aceptan es porque saben que sacará el látigo porque, claro está, los socios y seguidores blaugrana están hasta las narices de los vagos.