El delantero sueco ha decidido ahogar sus penas trayéndose de Suecia su ‘joya’ de la corona: el vehículo más exclusivo que ha fabricado Ferrari.
Se trataba, nada más y nada menos, de un ‘Enzo Ferrari’ rojo, un bólido del que la multinacional italiana sólo construyó 399 unidades y cuyo precio de salida actual es de 700.000 euros -para aquellos despistados, más o menos 120 millones de pesetas-.
Para aquellos que se estén haciendo la boca agua ante semejante monstruo sólo basta apuntarles que su potencia es de 660 caballos y su velocidad confirmada por la propia multinacional es de 350 kilómetros por hora, aunque en la esfera del velocímetro se llega a los 400.
En todo caso no se trata de un modelo nuevo, ya que fue presentado en el 2002 como el sucesor del mítico F-50. Para muchos, es el vehículo de calle más parecido al de Fórmula 1 que se ha construido nunca en Maranello. Fabricado artesanalmente pieza por pieza, se tardaba 100 horas en ensamblar todos los elementos del vehículo entre dos operarios y casi dos meses en fabricar las piezas necesarias. Entre las grandes innovaciones técnicas que cuenta destaca por encima del resto ser el primer vehículo de calle que monta frenos de disco de carbono, sólo utilizados hasta ahora por los monoplazas de Fórmula Uno.
Pues bien, con semejante aparato llegó y se marchó el delantero sueco, levantando admiración y envidia por partes iguales, tanto entre los aficionados como en los propios compañeros, ya que más de uno quiso darse un paseo por el parking exterior de la Ciutat Esportiva para ver ‘in situ’ a semejante maravilla de cuatro ruedas.
Ibra decidió traerse su ‘joya’ de la corona de su parque automovilístico de Suecia a Barcelona para poder disfrutar de este ‘superdeportivo’ en la semana de la Liga. Quizás le sirva también para quemar en parte la adrenalina que no gasta en los últimos partidos, ya que Bojan le está ganando la partida.