Quiero rescatar este texto del AS de hoy,me ha parecido muy bueno.
Expresa a la perfeccion lo que yo personalmente y muchos madridistas sentimos,ORGULLO de nuestro equipo.
Puedo haberme vuelto loco, insisto, pero hay una extraña dignidad en la derrota del Madrid, un cierto sabor a gloria, a honor, a viejo romanticismo, y entiendo que por eso el público aplaudió al fi nal del partido, porque si el equipo perdió fue sólo porque a falta de media hora se quedó sin aire, muerto, como el ciclista que calculó mal las fuerzas y se extinguió a cien metros de la meta, nada le puedes reprochar a ese tipo, un valiente, le amas, todos llevamos un seguidor del Atlético dentro.
Tal vez, el aficionado del Madrid, tan acostumbrado a ganar (de cualquier modo, a veces), purga con gusto un oculto sentimiento de culpabilidad cada vez que pierde sin merecerlo. Para ello es necesario haberse dejado la piel y el alma, haber tenido mil ocasiones que se fueron al limbo por obra del infortunio o del acierto de un rival. Entonces, sólo entonces, el madridista puro, no se indigna y no echa la culpa a los jugadores que no sienten la camiseta, ni tampoco al entrenador al que le tocó el puesto en una bolsa de magdalenas. En ese momento se culpa a la suerte, pero de refilón, sin hablar muy alto porque se la considera una buena amante, en fin, otro año será, te prometo que no estoy enfadado, estoy bien.