Si Suárez no va a jugar más, ni ouede entrar a un estadio, que se vuelva a Liverpool (o a Uruguay con su familia).
Es normal que la FIFA repudie estos actos con la máxima dureza posible (hipocresías aparte, que sé por donde saldréis).
Lo que hay que hacer es eliminar toda violencia del fútbol, y si se llevan por delante a un tío tan agresivo y reincidente como Suárez por delante, perfecto.
La FIFA está dejando claro que el juego sucio no tiene cabida aquí. Chapeau.