En la segunda parte Alemania fue claramente mejor, pero por necesidad, ya que no le quedaba otra que dar un paso hacia delante. Sobre todo los diez últimos minutos fueron de infarto, pero México resistió y se llevó el partido.
Lo peor de México fue Chicharito (un cero en ataque, lo falló todo) y los contraataques, que exceptuando el del gol, no finalizó ninguno correctamente (en gran medida gracias a un Chicharito inoperante).
Tres puntazo de oro de México, que si gana el partido estará en la próxima ronda, algo con lo que sólo los más optimistas soñarían al comienzo del torneo.