Es que el factor campo, que en el masculino no es tan diferencial al estar acostumbrados a todo tipo de ambientes, aquí sí lo es. Si ya cuando pasas de campos sin gradas a uno con un par de gradas hay un cambio radical, imaginad lo que ha de ser estar acostumbrado a tener como mucho en dias clave 30k personas repartidas por todo el estadio a pasar a más de 90k llenando (o casi) el campo más grande de Europa. Es que intimida hasta en la grada.
Mismamente este año fui al partido contra el Elche que habia poco más de media entrada, y luego en el femenino contra el Madrid es que era otro rollo, habia momentos que vibraba un poco el pecho como un concierto en los goles.
Además el tipo de público es muy distinto, esto es una fiesta y se anima y canta todo el partido, en el masculino es todo más tribunero, primero observar y ya si eso luego animar.