Me alegro por Dembelé, un tío defenestrado injustamente cuando ha venido de una temporada de adaptación en la que encima ha tenido lesiones. Los que lo hayan seguido un mínimo con el Dortmund o con la selección saben lo bueno que puede llegar a ser. Suárez por contra va cuesta abajo y sin frenos.
El planteamiento del Sevilla ha sido decepcionante, la verdad.