Porque Dunga, desde el partido contra Chile de la Copa del Mundo, tiene cruzadísimo a Thiago Silva. Lo primero que hizo cuando fue nombrado seleccionador fue quitarle el brazalete y la titularidad (e incluso el número, ahora es el 14, algo raro para un central como él). Y dudo mucho que le haya hecho alguna gracia que Neymar le de el brazalete.