@Veratron Traducir un juego no es tan sencillo como coger el texto del juego, traducirlo, y ya está.
Para empezar, muchas veces el texto del juego no está todo junto en una tabla o una base de datos, sino que para traducirlo tienes que ir haciendo arqueología por todo el código del juego para encontrar todos los textos. ¿Nunca has visto un juego que está traducido y, de repente, aparecen textos en inglés porque sí? Es por esta razón, porque se te puede escapar algo.
Luego necesitas que los programadores implementen ese texto en el juego, y aquí es donde muchas veces viene la madre del cordero. El inglés es una lengua muy concisa, mientras que el castellano produce frases más largas. ¿Qué pasa? pues que muchas veces te encuentras con que no tienes suficiente espacio en el interfaz. En el interfaz tienes espacio para un determinado numero de caracteres, con lo cual necesitas que el traductor haga una revisión de la traducción, haciendo apaños para que el texto encaje. Cuando ves que lo que dicen en inglés no se corresponde exactamente con lo que dice la traducción, a veces es un error del traductor (casi siempre debido a que estás traduciendo algo sin saber el contexto), pero otras veces es que no hay forma humana de decir lo mismo en castellano con el límite de caracteres que tienes.
Y luego tienes que testear el juego entero otra vez en ese idioma para identificar bugs y errores, corregirlos...
Es un proceso mucho más complejo y costoso de lo que piensas.
Si a eso le añades que es un estudio pequeño, con bajo presupuesto, y un juego que lo conocemos los cuatro frikis del mundillo (vete este sábado a una tienda de videojuegos y pregunta a la gente que esté allí si conoce Salt and Sanctuary
), pues ya me dirás tú cómo haces los números para que salga rentable traducirlo.