Comencé mi aventura en
Star Trek: Discovery mientras la serie aún estaba en Netflix, logrando disfrutar de las tres primeras temporadas. Sin embargo, cuando la plataforma la eliminó de su catálogo, mi viaje se vio interrumpido. A pesar de las críticas negativas que rodeaban a la tercera temporada, especialmente por sus giros argumentales cuestionables y la inclusión de elementos "woke" que, si bien en Star Trek siempre han estado presentes, en esta serie eran excesivos, decidí retomarla.
El tiempo había hecho mella en mi memoria, así que aprovechando que está en
SkyShowtime, retomé la serie desde el principio. Actualmente, me encuentro en el episodio nueve de la segunda temporada, y debo admitir que mi fascinación por la serie ha resurgido. Las críticas generalizadas hacia la totalidad de la obra por algunos aspectos puntuales me parecen injustas.
Es innegable el trabajo excepcional del equipo de diseño en la creación de los trajes espaciales, que aportan una estética única y futurista a la serie. Los efectos especiales son impresionantes, transportándonos por completo a un universo lleno de posibilidades y un futuro fascinante. Los actores en general realizan un trabajo destacable, con mención especial para Michelle Yeoh (Philippa Georgiou) y Jason Isaacs (Gabriel Lorca), quienes elevan sus personajes a otro nivel.
Aún no he tenido la oportunidad de ver la cuarta temporada ya que cuando dejé de verla iba por la tercera, y la quinta se encuentra en emisión, por lo que me encuentro a la expectativa de cómo se desarrollarán las siguientes historias. Espero que la cuarta temporada logre recuperar el nivel de las dos primeras y que la quinta entregue un final digno a esta saga espacial.