No sé vosotros, pero SSX es uno de los juegos que más interés me despertaba. Si a esta buena saga le sumamos el estado de EA, que está on fire, y las posibilidades de la nueva generación... el experimento puede salir curioso.
Hace unos meses nos sorprendieron a todos con un vídeo bastante agresivo, una reinvención que, por lo que se intuía, tiraba hacia lo agresivo y frenético. El subtítulo apoyaba esa sensación: Deadly Descents.
Eso no contentó a los fans, que forzaron a la compañía canadiense a repensar ese giro y a devolverle los cielos azules. En nuestra visita al E3 confirmamos que están más o menos en un punto intermedio. Y aunque es pre-alpha, les está quedando más que apetecible.
Para que os hagáis una idea, y tal y como ellos lo definen, es "un Burnout en la nieve". La gracia está en descender algunas de las montañas más peligrosas del mundo sin quedar sepultado en el intento -o sin caer por un barranco, sin chocar contra unos cuantos árboles...- y además intentar que te quede bonito.
Las montañas están creadas a partir de una serie de datos obtenidos vía satélites de la NASA y modeladas basándose en la realidad. Pero, por otra parte, también hay tramos que se han adaptado y optimizado para que los descensos sean lo más divertidos posibles. Esto les permite crear escenarios que combinan los tres elementos del lema del que presumen: "corre, haz trucos, sobrevive".
El juego arcade al cien por cien, pero sin caer en la ñoñería.
Podrás jugar a estos tres modos (Race it, Trick it, Survive it) y así enfrentarte a los escenarios de distinta forma. Siguen siendo muy abiertos, con cientos de rutas alternativas y atajos, y además los personajes no aparecen siempre en el mismo punto -con lo que te cruzas con otros cuando menos te lo esperas, por ejemplo-. Y es efectista como pocos: imagina ayudarte de un helicóptero para un salto, o desplegar unas pequeñas membranas para planear, o hasta grindar la muralla China -sobrada no, lo siguiente-.
El control, que puede ser clásico o con dos sticks, es también muy correcto y fluído, aunque no hemos visto suficiente como para juzgar si la profundidad de SSX llegará a los niveles de los anteriores juegos de la franquicia o hasta al de los primeros Tony Hawk's -al que reconocen como referente-. Lo que sí que nos gusta es que está menos scriptado y pautado de lo que puede parecer, y deja mucho a tu imaginación. Las físicas son dinámicas, y a veces hasta provocas aludes según cómo tomes curvas, cómo aterrices o la presión que ejerces sobre determinadas zonas críticas. Los descensos mortíferos, que marcan el final de una zona geográfica y te dejan pasar a la siguiente, llevarán eso al límite al jugar con superfícies y características demenciales: rocas, viento, niebla, oscuridad, nieve, hielo...
Por último, parece que la cámara también seguirá la acción de forma dinámica y se pondrá delante cuando haya un alud, encima para indicarte cuándo corres peligro de ser sepultado -como si lo estuviese grabando un helicóptero-...
Da la sensación de que SSX es una mezcla muy inteligente entre el colorido característico de la saga y la agresividad frenética de los últimos juegos de EA. Una mezcla que gustará tanto a los fans del deporte como a los fans de los juegos de acción: o sea, a todo el mundo. Otro que seguiremos muy de cerca.