¡Hola eolianos! Os dejo aquí mi valoración de este juego. Esta versión no tiene spoilers, pero para los que ya se lo hayan pasado o no piensen hacerlo, les aconsejo leerse la
crítica completa.
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THE LAST STORY
The Last Story es uno de los grandes juegos de rol japonés que ha llegado a Wii en toda la vida de la consola y, aunque es una lástima que lo haga en el declive de la misma, no por ello se debería dejar pasar la oportunidad de echarle el guante.
Detrás de él están, ni más ni menos, Hironobu Sakaguchi, creador de la saga Final Fantasy y partícipe de la misma hasta su novena entrega, y Nobuo Uematsu, gran compositor de grandes bandas sonoras para videojuegos como la saga Final Fantasy, Chrono Trigger o Kingdom Hearts.
Con este juego, Sakaguchi quiere decir adiós a su carrera y ha querido poner toda la carne en el asador en esta historia. Veamos cómo le ha ido.
PERSONAJES
El
grupo de personajes que nos ofrece el juego es el de un grupo de mercenarios, cada uno con su propio carácter y motivación. Así, tenemos a Zael, el protagonista, que es un alma pura cuyo sueño es convertirse en caballero para proteger a la gente; a Dagran, el líder del grupo de mercenarios, que es quién acogió a Zael cuando éste se quedó sin familia y que comparte su sueño; a Syrenne, una animada desvergonzada que sólo piensa en gastarse todos sus ahorros bebiendo en la taverna; a Lowell, un mago de hielo, mujeriego como ningún otro; a Yurik, frío mago de fuego que mantiene las distancias con todo el mundo; y a Mirania, una calmada y filosofal maga del elemento naturaleza.
A este grupo de personajes se le unirá Calista, la heroína del juego, que utiliza magia sagrada y que perdió a sus padres, los antiguos condes de Isla Lázulis, de pequeña, quedando a merced de su tío, el Conde Arganan.
Otros personajes importantes dentro de la historia serán el General Asthar, un líder sonriente y con un gran control de cuerpo y mente, y su discípulo Therius, que ve a los mercenarios como escoria. Ambos tienen un gran sentido del deber y la justicia.
El
desarrollo de los personajes a lo largo de la historia apenas es notable, excepto en Zael, Yurik y Therius.
ANTAGONISTAS
Todos los antagonistas que aparecen en este juego no te dejan en ningún momento la sensación de ser auténticos villanos. Les falta carisma y maldad, actos que realmente te hagan odiarlos y desearles la peor de las muertes.
Por una parte tenemos al
Conde Arganan, que es quién gobierna la Isla Lázulis y contrata a nuestro grupo de mercenarios. Con este personaje sucede algo curioso, y es que de cara al público se muestra como una persona comprensiva e incluso justa, pero en cuanto se queda solo saca a la luz sus verdaderas intenciones y deja ver su gran ambición de poder y que está dispuesto a todo para conseguirlo. Aún así, todo queda en pura palabrería.
Por otro lado tenemos a
Jirall, un poderoso noble que ha sido prometido con Calista por el Conde Arganan en su plan de obtener más poder. Es cobarde y presuntuoso, pero también retorcido y cruel. Es el único antagonista que ha conseguido hacerme sentir odio por él, aunque fuese sólo en un momento concreto de la historia, pero no lo suficiente como para que realmente sienta que es un 'malo malote' de los de verdad.
El tercero en discordia es
Zangurak, el rey de los Gurak, la raza antagonista a la raza humana. Utilizando su poder ha conseguido reunir a todos los Gurak bajo su mando por primera vez en la historia y pretende conseguir el poder de la errante para él solo. Y pese a ello, es un antagonista que prácticamente no aparece durante el desarrollo de la historia.
ARGUMENTO
El argumento tiene dos grandes fallos: es
bastante predecible en muchos casos, y está
bastante descompensado, y con esto me refiero a que creo que hay demasiados capítulos "de inicio", pues no aparece algo en la historia que realmente tenga algo de misterio, algo que te haga querer jugar para poder averiguar de qué se trata, hasta el capítulo 26 de 44, es decir, hasta más de la mitad de los capítulos del juego, y quedará resuelto en pocos capítulos posteriores. Desde ese momento hasta el capítulo 40 viene lo que sería el desenlace de la historia, y los últimos capítulos quedan como una especie de extra para que puedas luchar un poco más, pero ya poco o nada tiene que ver con la trama principal del juego, amén que no aparece nada que no se pudiera haber puesto en una cinemática de final del juego tras el capítulo 40, que es donde realmente tienes la sensación de haber acabado. Por suerte, estos últimos capítulos de relleno son opcionales, aunque todo jugón que se precie los hará.
Pese a todo esto, no me gustaría dar la sensación de que el argumento no merece la pena, pues no sería cierto.
Si bien es verdad que no ha conseguido engancharme hasta el punto de no poder parar de jugar, sí que me ha tenido dedicándole una hora o dos al día hasta haberlo finalizado. Lo único que quiero transmitir es que se podría haber sacado mucho más partido de un argumento como éste, y que, sin llegar al nivel de las grandes obras por todos conocidos dentro del género,
es de lo mejor que he visto últimamente.
SONIDO
Si hay algo que realmente me ha defraudado de una obra de estas características, es la
música.
Llevo siguiendo la trayectoria musical de Nobuo Uematsu, el compositor del juego, durante mucho tiempo. De hecho, mis bandas sonoras favoritas del mundo del videojuego son casi todas obra suya, por lo que tenía grandes expectativas en este aspecto, expectativas que no se han cumplido ni de lejos.
La música es algo muy importante en este tipo de producciones, pero en el caso de The Last Story
no le han dado la importancia que se merece. Para empezar, hay muy poca variedad de canciones dentro del juego y no soy capaz de recordar ninguna canción excepto la canción del principio del juego, cuando en otros juegos soy capaz de recordar varias melodías tras apenas dos o tres horas de juego. Amén de eso, cuando en una escena pulsas el botón A para acelerarla, directamente se enmudece la música, con lo que pierdes la posibilidad de escucharla y los diálogos se quedan sin ese gran sustento emotivo. Y lo peor de todo y que más me ha defraudado en este aspecto, es que la música del juego no acompaña como debiera en esos momentos en los que debería sonar una música que te saltase las lágrimas o que te pusiese los pelos de punta.
En oposición a la música, los
efectos de sonido están muy logrados y acompañan perfectamente al desarrollo y momento del juego (fuegos artificiales en las fiestas, chapoteos, choques de armas...).
Por último, destacar el acierto de hacer el
doblaje al inglés europeo y no al americano (en mi caso lo entiendo mejor), aunque en ocasiones se echa en falta el doblaje en castellano, sobretodo cuando estás en pleno combate y te están dando pistas sobre cómo vencer al adversario y no tienes mucho margen para leer los subtítulos.
Amén de esto, también creo que las voces están bien escogidas para cada personaje, y también me parece un gran acierto es el que los personajes dialoguen mientras se mueven a lo largo de los escenarios o mientras combaten, aunque a veces se dan situaciones inverosímiles, como tener un personaje fuera de combate en el suelo y que está hablando al mismo tiempo.
AMBIENTACIÓN
La ambientación del juego me parece
fabulosa. Todos y cada uno de los aspectos y lugares del juego tienen su propia esencia y se nota que hay un gran trabajo detrás. Aunque si algo se echa en falta es la posibilidad de explorar el resto del mundo, aunque la gran extensión de la ciudad compensa esto.
GRÁFICOS
Los gráficos del juego exprimen al máximo las posibilidades de la consola, y eso deriva en una explosión de colores y efectos que sumergen al jugador en la magnífica ambientación que han creado para la ocasión. Lo malo de esto es que a veces se le pide demasiado a la consola, y ello conlleva que se produzcan algunas ralentizaciones en momentos determinados del juego, en especial durante combates multitudinarios.
También es un gran punto a favor la posibilidad de acelerar las escenas pulsando el botón A.
COMBATES
Los combates en The Last Story es otro gran punto a su favor. En este juego han dejado atrás el combate clásico por turnos a favor de un combate en tiempo real en el que controlas a Zael y, a través de él, vas dando directrices de comportamiento al resto de personajes. Al principio es un poco monótono porque sólo dispones de ataques básicos y del "magnetismo", que es el poder de la errante y que hace que Zael atraiga la atención de todos los enemigos (muy útil para dar tiempo a los magos a realizar sus hechizos), pero al ir sumando niveles vas obteniendo nuevos ataques, movimientos y poderes que, además, algunos pueden combinarse (por ejemplo, si Calista utiliza su magia de curación y Zael dispersa el círculo mágico con Vendaval, todo el grupo recupera vitalidad).
En los combates también es importante la
forma de atacar a los enemigos, es decir, la estrategia, pues muchas veces si simplemente vas de cara, los enemigos llaman a más enemigos y te encuentras con toda una horda de bichos dándote palos por todas partes, o con una barrera mágica que de dificulta el paso, cosa que si se hubiese hecho dando un pequeño rodeo sigiloso no pasaría. De todas formas, tampoco es algo en exceso importante, pero sí a tener en cuenta.
Otra cosa que también me ha gustado es que haya que utilizar una
estrategia diferente para cada boss, obligándote a utilizar todos los movimientos especiales y habilidades que has ido aprendiendo (por eso es importante leerse los tutoriales y aprender a hacer los movimientos).
Algo que resulta molesto en los combates es el
modo de ataque automático (que viene por defecto). Para hacerlo, debes mantener el joystick del Nunchuk hacia delante (no sé cómo será en el mando clásico, pero supongo que similar), como si estuvieses andando, y el juego ataca automáticamente cuando llegue el momento (dependiendo de la velocidad del personaje). Esto es algo muy cómodo cuando quieres estar atacando, pero cuando lo que quieres es simplemente moverte para huir o para socorrer a otro personaje y en vez de moverte te encuentras golpeando a un enemigo sin cesar, es bastante molesto y, a veces, deriva en la pérdida de una de las cinco vidas con las que cuentas. Por suerte, estos chicos han pensado en todo y se puede configurar un modo manual en el que deberás pulsar el botón A para atacar cuando tú quieras.
En cuanto a la
progresión de niveles de los personajes, el juego está pensado para no tener que preocuparnos demasiado por ello, pues simplemente con el avance del juego ya vas subiendo los niveles que necesitas para seguir con la historia sin necesidad de pasar tediosas horas luchando con monstruos. Además, el juego está preparado para que, si un personaje se queda rezagado, se ponga rápidamente al nivel que sus compañeros en unos pocos combates, cosa que siempre es de agradecer.
Otro bonito detalle que han tenido es poner
zonas de lucha. En el juego no hay combates aleatorios, por lo que han metido zonas en las que aparece un círculo mágico rojo para que puedas invocar enemigos mediante el magnetismo de Zael y así poder luchar para subir unos pocos niveles extra; bastante recomendado, pues son combates muy rápidos que te harán subir fácilmente dos o tres niveles en apenas unos minutos.
Por último, destacar la existencia del
Coliseo en la ciudad, donde también podrás enfrentarte a diversos monstruos que se irán haciendo más fuertes cada vez que superes el nivel con éxito. Lo malo es que llega a hacerse muy repetitivo.
COMERCIO Y EQUIPAMIENTO
Algo que también me ha gustado del juego es el sistema de armas y armaduras pues, a diferencia de otros juegos en los que tienes una gran cantidad de armas y armaduras disponibles que puedes ir cambiando, en The Last Story encontramos un número reducido de ellas que se pueden ir mejorando mediante dinero y objetos especiales que dejan los enemigos o que encuentras en los cofres. Por cierto, el juego suele ser bastante generoso con el dinero que dejan los enemigos, así que no he tenido demasiados problemas económicos.
Para realizar las
mejoras o comprar nuevas armas puedes acudir a una de las numerosas tiendas que hay repartidas a lo largo de la ciudad, aunque para las mejoras normalmente he recurrido a la tienda de Horace, que además, tras hacer un capítulo optativo, podrá eliminar maldiciones de ciertas armas que encontrarás a lo largo de la historia.
Otro punto a favor son los
tintes, ya que gracias a ellos puedes cambiar los colores de tus vestimentas e, incluso, hacerlas invisibles y quedarte en ropa interior, y lo mejor de todo es que estos cambios se verán reflejados en todas las cinemáticas del juego.
EXTRAS
Los extras con los que cuenta el juego son tres: un buen puñado de misiones secundarias, un modo online y, al finalizar el juego, la posibilidad de rejugarlo en un modo difícil manteniendo desde el principio los objetos, niveles... ya conseguidos.
Las
misiones secundarias se inician de diversos modos, pero principalmente se hace hablando con las gentes de la ciudad. Hay quien te pedirá que busques a su gato, o que atraigas a varios pájaros, u otros que simplemente te impiden el paso para lograr un tesoro. Las recompensas también son la mar de variadas, algunas muy interesantes como los tintes invisibles, y, en general, es una buena forma de ir recorriendo la ciudad para conocerla mejor o simplemente para entretenerte. Por cierto, las misiones secundarias se irán desbloqueando según avances en la historia, no estando todas disponibles desde el principio.
En el
modo online podemos encontrar dos tipos de juego en el que pueden participar hasta seis personas a la vez: uno competitivo en el que lucharás contra el resto (por equipos de tres o un todos contra todos), y otro cooperativo en el que tendréis que aunar fuerzas para acabar con algunos de los enemigos que han aparecido en el juego. Es bastante entretenido, aunque el modo cooperativo cuando juegas con poca gente (una o dos personas) se hace MUY complicado con según qué enemigos. En el modo online tendrás tu propio rango de reputación, que irá aumentando conforme juegues online, y todos los objetos que consigas los tendrás disponibles en tu partida, pues antes de conectarte el juego te pedirá que elijas la partida guardada desde la que quieres cargar los datos para el online.
El tercer extra, el
juego endurecido (por llamarlo de algún modo), apenas lo he probado, pues una vez destripada la historia de un juego me insta más a probar otros juegos que a rejugar uno que acabo de pasarme, pero por lo que he podido leer en la web oficial no hay ningún cambio argumental, sólo se incrementa la dificultad y aparecen nuevos objetos para que se puedan mejorar ciertas armas y armaduras que en el modo normal no se podía.
OTROS
Otra cosa que me ha gustado y que me gustaría remarcar del juego es que todos los objetos que se pueden conseguir en el juego, sea porque los dejan los enemigos o porque los encuentras en cofres, se adjudican de manera aleatoria, de forma que nunca puedes saber qué te vas a encontrar, o cuánto dinero te van a dar.
VALORACIÓN
Personajes: 9
Pese a que la caracterización de los personajes es perfecta, se echa en falta algo más de historia sobre los mismos, algo que ahonde en su pasado, y también se echa en falta que el resto de personajes a parte de Zael, Therius y Yurik evolucionen.
Antagonistas: 3
No hay ningún antagonista que te haga sentir odio hacia ellos o hacia sus acciones. De hecho, ninguno de ellos consigue siquiera despertarte la sensación de ser un villano real. En mi opinión, les falta carisma y maldad a todos ellos.
Argumento: 7
Se echa en falta una historia más atrayente, con más elementos de misterio que te enganchen y te hagan querer avanzar en la historia para desentrañarlos, amén de que se podían haber ahorrado los capítulos finales de relleno. Aún así, una buena historia.
Música: 4
La música del juego ha sido mi gran decepción, y más sabiendo quién está detrás de ella.
Efectos de sonido: 10
Sencillamente perfectos.
Voces: 9
En los combates es difícil seguir los diálogos, por lo que se echa en falta el doblaje al español.
Ambientación: 10
Sin comentarios.
Gráficos: 10
Sin comentarios.
Combates: 10
Sin comentarios.
Extras: 9.5
Si bien hay un montón de extras, no me han resultado lo suficientemente atractivos como para considerar una puntuación perfecta.