Nadie niega que exista violencia en las parejas, de hecho hay estudios que acotan de que forma y en que proporciones.
En lo que se discrepa es en el discurso moralmente aceptado de que cuando el hombre comete un delito es por maldad y las penas deben ser mayores, y que cuando la mujer comete un delito es por bondad y las penas deben ser menores.
Como por ejemplo matar a tus hijos. Ellas lo hacen mas, pero mediática y socialmente se le intenta lavar la cara a través de eufemismos como “suicidio ampliado” (término culturalmente aceptado), o manipulaciones como “un último gesto de amor hacia sus hijos” (artículo de un medio periodístico).
Por si fuera poco, también se ha propuesto que legalmente opiniones como la mía en este mensaje puedan acabar siendo algún día potencialmente constitutivas de delito, hasta el punto de que hace poco se ha abierto un centro para que recopile todas estas opiniones en el medio que sea, para procesarlas ante las autoridades (aún no es vigente).
Incluso las personas mismas, ante una observación razonable como lo pudiera ser esta que estoy realizando, tienden a reducirse a una etiqueta para identificar enemigos, y todo lo que digan hay que tirarlo, ya sea mareando la perdíz negándose a responder para dificultar un debate con la intención de que no transcurra de forma sencilla si la otra parte dispone de un argumento válido que no se quiere reconocer, o directamte atacando con ad hominems.
Un ejemplo son las difamaciones a bou tergiversando unos hechos que además no conocen.
Otro ejemplo es cuando convergen los puntos de vista y se comparte una opinión, que directamente no se comenta nada como si nadie te hubiese leído coincidir con sus ideas, porque las ideas en realidad no importan, importa la hegemonía ideológica, y debe quedar clara la polarización de que los malos tienen ideas diferentes a las mías, como lo demuestra el hecho de que no importa como, pero siempre debe existir un desacuerdo.En fin…