La elección del rendimiento de un título, en entorno cerrado, es de lo primero que se fija.
Que nadie piense que el software se desarrolla primero, posteriormente se enlata de mala manera en la máquina y si el rendimiento no es el esperado se recorta, no funciona así.
Desde el primer instante se cierran unos objetivos sobre los que trabajar, y el rendimiento es uno de ellos. Ya sean 30 o 60 fps, el inicio del desarrollo se fundamenta en ello. Que en PC luego puedas desatar el rendimiento es distinto, porque en muchos casos aún vas a encontrarte con animaciones a 30 fps, como el fuego, agua, vegetación, refresco de sombras, relfejos, etc.
Ya puedes tener un hardware el triple de potente para el que desarrollar, que las bases de desarrollo van a seguir siendo las mismas, 30 fps estables y sin stuttering son perfectamente jugables en títulos de cierta índole, para todos los demás ya se buscan las soluciones adecuadas para abordar mayores tasas de fps.
Con la resolución si se es algo menos indulgente puesto que no va a suponer un cambio de paradigma que ésta varíe levemente, pero hoy por hoy, la belleza de la captura de una imagen estática vende más que un número.
Es decir, no es una cuestión técnica, sino de prioridades. Siempre se ha podido desarrollar cualquier videojuego con un rendimiento determinado, con los sacrificios y balances correspondientes.
Un saludo.