Llevo todo el día jugando. No sé muy bien qué decir... Que el juego va a pedales es un eufemismo. Que Dale Cooper, digo York, vaya por el mundo en patinete en vez de automóvil simboliza lo que es este juego. Hay cosas que incluso me cuesta creer que no estén hechas expresamente...
No recuerdo haber jugado nunca a un juego con un rendimiento tan malo que, literalmente, me obligue a parar de jugar porque me mareo. En patinete no puedo ir muy deprisa porque siento que llevo 10 horas balanceandome en un barco y me entran ganas de potar. No insistiré más en esto, sé que, hasta cierto punto, la tosquedad del rendimiento forma parte de las señas de identidad de la saga, pero esta vez se han pasado tres pueblos.
El juego me está gustando. Al igual que el primero, tiene todos los toques de un relato de David Lynch (pueblo pequeño, asesinato de chica, elementos oníricos, surrealismo, diálogos que enganchan...). Veo que a medida que voy avanzando se desbloquean cosas del pueblo, pero de momento Le Carré me parece algo mucho más muerto que Greenvale. No he podido mirar, por ahora, a través de una sola ventana, que era una de las cosas más maravillosas del primer título. De todos modos, York sigue siendo York, y el juego, a pesar de los pesares me parece... ¿bonito? En medio de este esperpéntico petardeo hay destellos de la atmósfera del primer juego, que te hace seguir y seguir en busca de algo que probablemente no va a llegar, pero que no deja de insinuarse. El juego, analizado en los parámetros de objetividad actual, es infumable, pero creo que, sin querer justificar el putapénico rendimiento, hay que darle un enfoque diferente. Esto no es, seguramente, un "producto de entretenimiento". Es una obra de autor que no se toma muy en serio a sí misma, basta con ver
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Voy a seguir hasta el final, se lo debo a Swery. Esto es como el mundial de Brasil del 2014, todos veíamos que nos la ibamos a pegar, incluido el seleccionador, pero esa peña nos había hecho campeones cuatro años antes y tocaba estar ahí, pasara lo que pasara. Deadly Premonition es uno de los juegos más especiales que he jugado, así que voy a seguir con este hasta el final, más por agradecimiento al primero que por convicción.
Sigo...