Tras casi cinco años desde su lanzamiento en PS4, por fin he terminado Final Fantasy VII Remake, el remake de mi juego favorito de siempre.
Cuando salió y vi que la recepción no había sido apabullante, sino que había muchas voces críticas, no me lo podía creer. Para mí, como para muchos, este juego era un acontecimiento soñado desde hacía décadas. Después de terminarlo, creo que esas críticas eran justas, pero tampoco hay que lapidarlo.
El principal problema de Remake es que la parte correspondiente a Midgar en la historia original era importantísima, pero solo una introducción. Como juego independiente, esto lo ha perjudicado, ya que han añadido mucho contenido de relleno: misiones de recadero, historia adicional irrelevante y zonas repetidas. Todo esto, junto con una exploración algo tosca, con frecuentes pasillos estrechos que funcionan como pantallas de carga, afecta a la experiencia. El juego se siente torpe en este aspecto.
Además, no es ningún secreto que la historia ha sido alterada. En este punto, creo que la cosa pudo haber sido mucho peor. En cierto modo, Nomura y Kitase han hecho estos cambios para tener más margen de maniobra en el desarrollo de la historia futura, sin verse atados a una ruta completamente establecida. También que ya no impactaba igual, ni siquiera para el nuevo público por que hay personajes que ya son demasiado conocidos.
Debo decir que tenía mis propias teorías, pero con Rebirth ya en marcha, creo que no se van a cumplir.
En cuanto al gameplay, sigo pensando que el sistema de combate fue un acierto. Además, tiene sentido lo que han hecho con las invocaciones. En el original, lanzabas una invocación, veías una cinemática de dos minutos y hacía un daño similar al de un golpe normal. Ahora las invocaciones funcionan como un cuarto guerrero invitado, lo cual me parece un buen cambio. Lo que no me gusta es que la invocación sea aleatoria según el combate.
Los minijuegos añadidos no son gran cosa, pero los pocos que hay se agradecen.
Por otro lado, me ha gustado mucho el DLC, ya que profundiza en el conflicto de Wutai y conocemos mejor a Yuffie. Todo el mundo me hablaba mal de este contenido adicional, y la verdad es que no está nada mal. Además, te enfrentas a miembros de Deepground, lo que hace que Dirge of Cerberus se sienta más canon.
En fin, Remake sentó las bases para algo más grande, que es Rebirth. Seguramente esta segunda parte brille más, no solo por las limitaciones técnicas que tenía la PS4, sino también por la magnitud del proyecto. Ahora con Rebirth, parece que han potenciado todo lo bueno y que han escuchado, no solo a los fans, sino al jugador en general, para crear una experiencia lo más satisfactoria posible. Veremos cómo termina todo con la tercera parte.