A ver, el juego cumple relativamente bien lo que se propone, que es conseguir recrear con acierto, una atmosfera ciertamente opresiva y que esa sensación te entre por los ojos nada más le pongas las manos encima al juego, pero...
Ni es un juego fotorrealista, ni quiere serlo porque su rollo artístico va por otro lado. No destaca a nivel técnico porque la relación rendimiento/lo que nos entra por los ojos tampoco es para tanto, ni luce un apartado grafico a la altura a lo mejor de otros juegos con más nivel en ese sentido que hemos visto en 2015, o este mismo año que acaba de terminar...
¿Es eso algo negativo en REVII? No. ¿Afecta eso en algo al juego? No. ¿Va a ser un argumento de peso a la hora de juzgar negativamente REVII? Pues desde mi punto de vista, no.
Insisto, el juego nos ha transmitido lo que nos ha transmitido sin ser algo del otro mundo a nivel visual, ojalá otros tomaran su ejemplo, su camino, y dejaran un pco de lado ese brilli-brilli del que tanto presumen, y se dedicaran hacer juegos con alma, y por lo visto, por lo que nos ha llegado de este RE, la tiene.
Y eso es lo que verdaderamente es una gran noticia.
Yo estoy cansado de juegos vacíos por muy bonitos que se vean, y me alegro de que RE consiga transmitir luciendo un buen nivel, pero sin recurrir al barroquismo extremo, como otros.
Feliz año, por cierto