Primeras impresiones después de poco menos de una hora de juego:
-NO ES UN SOULS
-El combate es bastante más dinámico, no sé si se parece más a BloodBorne porque no lo he jugado. No existe barra de stamina, y se juega mucho con los parrys, básicamente tanto el rival como el personaje tienen una barra de guarda, o "postura", como la llaman, y no se le hace daño hasta romper la postura. Un parry en el momento oportuno quita mucha barra de postura, y si le quita toda la que queda, el enemigo queda expuesto para un ataque mortal(los enemigos más tochos aguanta varios ataques mortales). También se puede quitar barra de postura atacando, por supuesto, pero atacando te expones al contraataque rival. Es bastante divertido.
-La exploración y el sigilo se asemeja mucho a Tenchu.
-El primer minijefe en el prólogo me ha matado como cuatro veces o cinco veces hasta que me he ido cogiendo al combate xD.
-En PC parece bastante bien optimizado, lo estoy jugando en las opciones gráficas más altas y va a 60 fps clavados(el juego está capado a ese framerate). Hay que decir que los gráficos tampoco son nada del otro mundo.
-Como "peros", diría que me gustaría tener la libertad del Tenchu para utilizar el garfio para engancharse donde se quiera. En este juego te enganchas a puntos predefinidos, aunque hay unos cuantos.
-También tengo la impresión de que es necesario estar demasiado cerca para el ataque sigiloso, más de una vez me ha pasado intentar un ataque sigiloso a un enemigo y darle un espadazo sin más porque aun no ha salido la marca de ataque con sigilo, y alertar a todo Dios, además de tener que batirme con ese enemigo.
Pero, en general, me está gustando mucho. Ya lo he desinstalado porque lo estaba jugando "de aquella manera" y no quiero destriparme demasiado para cuando lo juegue bien.
Mendrolo escribió:Ya lo han preguntado sin exito, así que repito yo...
Tiene soporte para 21:9?
Puedes elegir resolución wide, pero te pone dos barracas negras a los lados. Hay que decir que he tenido que volver a entrar al juego para comprobarlo, porque ni me había fijado.