[HO] Super Mario 3D All-Stars

En el primer episodio de “Arqueología del videojuego” (xD), pues lo primero que recuerdo es el problema del control. Se me hizo malo y tremendamente impreciso en esos primeros compases. Luego uno le va pillando el truco, pero esto ha tenido que envejecer muy mal. Mario desliza muchísimo y, salvo los compases finales, me resultó totalmente antinatural que para hacer el salto “de más altura” haya que mantener pulsado en estático el botón atrás+salto.

Sabía que se me haría duro por el control conseguir todas, pero lo hice. Yo soy alguien muy ordenado: antes de pasar a la siguiente fase, debía conseguir todas las estrellas de la misma. Y recuerdo con muchísimo cariño alguno de esos mundos. ¡Qué inspirados que estuvieron, por norma general, estos de Nintendo, qué cosa más mágica se marcaron!

Bob-omb Battlefield fue ese punto de partida. Yo recuerdo estar peleándome con el control y aprendiendo a interactuar con los elementos de Mario. ¡Qué puñetera la moneda roja de la cuesta de la montaña, jaja! Aquí no las pude conseguir todas, pero bueno, al final todas cayeron.

También vi con ese aura de “inicio” Whomp’s Fortress pero fue una experiencia satisfactoria. El detalle de la nana de la Planta Piraña me cautivó por completo, la verdad, es que lo que hace mágico precisamente a este juego son detallitos como esos. Jolly Roger Bay… meh. Lo único que saco es la música, preciosa, que también se usa en Dire, Dire Docks, que es una auténtica delicia y me gustó mucho más.

No entendí, eso sí, esa repetición con Cool, Cool Mountain-Snowman’s Land y Jolly Roger-Dire, Dire Docks. No sé, seguro que había ideas mejores para sustituir alguna. Solo hay que ver el combo Wet-Dry World y Tick Tock Clock, dos ingeniosísimas fases y espectaculares. ¡Ahora entiendo el circuito de Mario Kart, jeje! Conseguir las 100 monedas en Tick Tock fue un auténtico desafio, ya que implica conocer muy bien y tener fe ciega en tus saltos (yo la obtuve entrando en la fase con todo parado) pero fue muy satisfactorio conseguirlo.

Odié la fase de arena, Shifting Sand, pero una cosa es odiarla y otra reconocerle su mérito: muy variada y espectacular en su diseño. ¡Malditos pajarracos! No morí pocas veces en las dunas movedizas porque vamos… No entendí la posición de la moneda roja de la esquina y hay que ser malo para conseguir, con tan poco, hacer tal desafío para conseguir la estrella de la pirámide, y otra que fue horrorosa fue el misterio de las 5 monedas de dentro. Pero no horrorosa porque estuviesen mal planteadas, sino por lo torpón que soy, aunque en esta fase la cámara y el control no ayudaban, ¿eh?

Mis dos fases favoritas (Tall, Tall Mountain y Tiny-Huge Island) son dos buenísimos ejemplos de una idea simple ejecutada de manera brillante y que consigue sorprender. A mí se me hizo inolvidable. Tengo que leer en diversos foros la opinión que se tiene de Hazy Maze Cave, a mí me gustó, aunque menudo sensible es este Mario que cierta estrella que requiere agarrarse a salientes metálicos, como te salieras un poquito… ¡Se caía! Qué duro todo, leches.

Adoro los Boos. Pero esperaba muchísimo más de Big Boo’s Haunt. Es si acaso la única fase que le tenía expectativa y que no me convenció del todo, muy desorganizado, no sé. Y Lethal Lava es un batiburrillo donde lo único que tiene meridianamente sentido son las estrellas y el planteamiento de dentro del volcán. Estas dos, junto con Jolly Roger, son el trío que menos me gustó.

Mientras escribo esto, recuerdo con risas el lío que tuve con el interruptor azul. Morí 200 veces porque se me metió en las narices que ciertas plataformas móviles había que hacerlas de una manera… que resultó no ser así. Me sentí un poco estúpido cuando mi hermano me dijo “yo creo que te complicas mucho y hay que hacerlo de otra forma”… Los secretos del castillo, la verdad, moló mucho encontrarlos, aunque algunos eran muy crípticos (como que viendo la luz, mágicamente estás en una fase de bonus que, por cierto, qué mal el control de las fases con el Mario del gorrito volador… qué sufrimiento y qué asquito, esto sí que es un recuerdo desagradable que me llevo).

Y para terminar, Rainbow Ride. Yo iba ya con todo el agobio, esa tensioncilla de conseguirle las 8 estrellas, de acabar antes del enfrentamiento final con Bowser… que vaya telita. Qué poco imaginativo, qué mal contrapunto estos combates con todo lo variado y resolutivo que por norma general es este Mario 64.

La banda sonora en este Mario 64 me resultó súper emblemática y hay algunas que se me han quedado clavadas a fuego en la cabeza. Escucharlas en los títulos de más adelante siempre me sacaba una sonrisilla.

Le guardo un montón de aprecio a este Super Mario 64. Qué grandes ideas tuvo y qué hijo de su tiempo es para según qué cosas (cámara mala, control durete…) Conseguir las 120 estrellas de este juego para mí ha sido una experiencia inolvidable y puedo llegar a entender el por qué fue considerado una revolución en su tiempo. Con un control y cámaras mejorados para la época en la que vivimos, sería ya la repanocha, pero estas dos últimas me temo no han envejecido bien, siendo justos, a un juego de hoy en día le pones esto y es imposible que apruebe.

Pero yo este Super Mario 64 no lo puedo valorar, no sería justo y de recibo valorarlo con los ojos y la técnica de hoy en día. Para mí, ni de lejos es un suspenso. Tiene sus cosillas que podían ser mejorables, pero… ¿Qué juego puede presumir de sorprenderte casi continuamente con buenas ideas? Me gusten más o menos las fases, las recuerde con más o menos cariño, si tuviese tiempo, yo volvería a este Mario 64. Salvo para las fases del Mario alado, eso sí.

Todo el mundo ponía a este Sunshine como el peor de la recopilación. Cuando acabé Mario 64, me dispuse a jugar a la última aventura de la falsa Lara Croft (Shadow of the Tomb Raider). Tras salir algo sorprendido de ahí, pues me dispuse a comprobar qué hace a Sunshine peor que Mario 64. Y cómo influyó 64 en Sunshine y si sería capaz de encontrar algo de esa grata experiencia aquí.

El planteamiento de este Super Mario Sunshine me pareció muy particular. Las sensaciones que, de hecho, he tenido al acabar este título son de una experiencia y aventura muy íntima y personal, llena de ideas que, en esta ocasión, algunas de ellas (monedas azules por ejemplo) no terminan de cuajar tanto como en las anteriores.
El planteamiento de cada escenario, esa isla tropical y los lugares que presentan la verdad es que atrapa. La banda sonora que acompañaba a cada una de ellas, muy elegantemente ejecutadas, con mención especial a la del exterior del hotel de Playa Paradiso.

Yendo fase por fase, Monte Bianco me resulta una fase excepcionalmente buena en su diseño: muy cautivador, cuco, con una gran sensación de verticalidad (esos cables…) y que intenta mostrar casi todo lo que puedes hacer en el juego. Es quizá el que menos encaja de la noción que uno puede pensar de isla tropical, pero esa contradicción precisamente es lo que creo que lo hace funcionar como concepto de fase.

Me chocó muchísimo el planteamiento de las fases especiales, donde se limitan a quitarte el ACUAC y te llevan a espacios random oníricos donde es puro plataformeo. Reaprovecharlos para, junto al aparato, conseguir un sol adicional mediante monedas rojas en un tiempo más limitado… no sé. Tengo sentimientos encontrados al respecto, creo que se podría haber hecho otra cosa. No por las fases en sí... que estuvieron bien. Pero podrían haber, más que reaprovechado dichas fases, generar otras distintas.

Prosiguiendo este recuerdo, antes de ir a la siguiente zona, decidí pillar las monedas azules. Salvo 2 de esta fase, las demás las localicé, las otras tuve que tirar de guías. Me resultó tan anticlimático que decidí realizar esta tarea al acabar los soles normales. Y tras ver la colocación de alguna de ellas, tan aleatoria y sin ningún tipo de pista que te haga deducir que puede haber una, lo considero una sonora metida de pata, no está bien equilibrado ni ajustado. ¿De qué sirve un misterio cuando el usuario no sabe ni que existe uno? Pues esto mismo es lo que he sentido yo con estas monedas azules.

Tras analizar con detenimiento lo que recuerdo de este juego, veo cada día más claro que entra en consonancia, por desgracia, con lo poco amigable y excesivamente castigador que es este Mario Sunshine con el usuario. Es más difícil que 64 en su planteamiento (la fasecita para llegar a la isla con Yoshi y lo que te encuentras luego ahí sirve como grandísimo ejemplo) y castiga con dureza los errores.

Y aún con todos esos errores (pero del juego ahora, no los míos), la estética de sus fases a mí me seguía fascinando. Y es que recuerdo con muchísimo cariño Puerto Espresso (no tanto su máquina expendedora de frutas, no sé qué hay de divertido esperar al dios del RNG para darte el ansiado durián) y Playa Gelato me resultó muy bien diseñada, vamos, es la fase que me esperaba para una estancia tropical. Parque Mamma Mía fue fascinante y qué buenas sensaciones me generó, esa impresión de estar en un gran parque acuático aun en un espacio bien reducido. Lástima de cámara aquí: le daba por atravesar paredes y el sol de la Noria me lo hizo muy, muy cuesta arriba…

Tras la boo-cepción de Mario 64, encontrarme la temática de hotel encantado en Playa Paradiso me gustó mucho. Me sorprendió mucho que lo mezclasen con un casino, pero odié profundamente el método tan aleatorio de entrar en la fase secreta para conseguir su sol (y de tenerlo que repetir para el adicional). El diseño que le pusieron a los Boo aquí fue para olvidar, tanto como el doblaje de Bowser… La verdad, Sunshine de los tres es un bichillo raro en según qué cosas.

Cala del Sole es mi fase favorita de este Sunshine y posiblemente de la recapitulación. Tiene ese toque de misterio y antigüedad que a mí me fascinó por completo. Lo sentí como una especie de lugar o vestigio arqueológico al aire libre, pero con vida, con elementos sorprendentes. La mejor fase con el guiño de entrar en lo peor de Mario 64. Aldea Foresta, por otra parte, aunque comprendo la idea lo sentí bastante fuera de lugar y la parte de abajo del poblado, aún menos. Además, es aquí donde hay 2 monedas azules donde se ve la chapucería de la idea a legua y en su máximo esplendor.

Conseguir los 120 soles con esto de las monedas azules fue un infierno, y más con algunas fases secretas tan rotas como la del Pachinko. Aun siendo poco amigable con los errores (totalmente paradójico en un ambiente vacacional como pretende), aun con los errores de diseño tan groseros que denotan una sensación de inacabado, la impresión que me ha dejado este Sunshine compensa con creces todo esto.

Objetivamente, el peor de los tres. Pero valorar un juego es más que eso, es lo que le genera a uno. Y para mí, este ha sido mi favorito. Volvería a él sin dudarlo, no sé si para volver a repetir semejante reto de los soles. Es el que más recuerdo y al que más aprecio le tengo. Qué riesgos tomó, qué distinto fue… Una experiencia muy personal, desde el principio hasta la foto del final. ¡Desde luego que ya tocaba disfrutar de unas merecidas vacaciones!

Antes de esta recopilación lo jugué un poco, en la era de la Wii. Pero hacía mucho tiempo y apenas le hice ni 14 estrellas. En ese tiempo le tenía un buen recuerdo y el control era una delicia. Y jugando con el mando Pro, esas mismas sensaciones se repitieron. ¡Tenía que sentir ese alivio, tras el arcaico control de Mario 64 y el algo torpe de Sunshine! Aquí sí que tenía seguridad en mis saltos, en los otros dos iba con un pañal…

Es lo primero que recuerdo, el cambio en el control. Qué fluido, qué bonito se ve. Y ya. No hay más. Tiene muchísima calidad, objetivamente con lo que significó debería estar a la par que Mario 64, este Galaxy tiene un bonus porque su control dudo que envejezca más y 64 porque su planteamiento revolucionó el género. Difícil decidirse en cuanto a calidad. Pero yo, sinceramente, a mí este me ha generado muchísimo menos de los otros dos.

Y no es porque sea el tercero que jugué, porque entonces Sunshine me tuvo que haber parecido peor que 64 y mi favorito es el que me llevó a Isla Delfino. Este lo veo tan por debajo. No volvería de hecho a jugar a este Mario Galaxy por muy bien que se controle o se vea, jugaría a cualquier otro juego nuevo a estrenar, alguna nueva experiencia. ¿El juego es malo entonces? No y mil veces no. Tiene muchísimos menos errores que Sunshine. Y pocas cosas le puedo achacar salvo las que entran dentro del plano meramente subjetivo. Pero a mí no me llama.

Y es que recuerdo pocas fases y situaciones. Me llamó poderosamente la atención el Mario Boo. Por fin, los Boo que conozco, leches. De los Boo me gustan hasta los “andares” y me sacaba una sonrisa siempre que caía contra el Boo corredor con las frases con doble sentido humillándote por perder. Las fases, bastante buenas aquí.

Pero es tan lineal… no sé. Esperaba perderme o incitarme a bichear. Y poca cosa. Hace tiempo jugué al Mario Bros U Deluxe con unos amigos y ese, siendo 2D y guiado, sí me llamó (y nos llamó a mis amigos) a investigarlo mucho. Aquí ese elemento, que me supongo que estará, no lo supe encontrar o yo no supe apreciarlo.

No vi enormes elementos diferenciadores en cuanto a los escenarios, los vi más al servicio de la mecánica que en intentar aportar algo nuevo. La fase de Reino de las abejas y Bosque otoñal, por ejemplo. Yo es que entre esas y el mundo inicial, salvo los paneles de las abejas, no sé… Las veo tan similares. Y si son similares (no hay ideas infinitas en este mundo, pero Mario 64 me ha demostrado con Tick Tack Clock y Dry Wet que algo más hay siempre), al menos alguna seña de identidad… Pero nada. No sé…

La fase de perseguir al Mario Oscuro… pues vale. La verdad, al menos en Mario Sunshine, tenía un tipo de sentido. Aquí es un pegote. Gordísimo. Y es que ha habido estrellas en este Galaxy que me han parecido pésimamente ejecutadas. La primera de Luigi es una broma, por ejemplo. Pero hay otras muy buenas. Las fases bonus de los paneles de exclamación e interrogación son un muy buen ejemplo tal como están aquí implementadas, jugando con la gravedad y el centro de los propios planetas/satélites.

La idea del cometa… ¿Ves? Esto sí que tiene un sentido. Esos pequeños cambios de dinámica y retos están muy bien y casan, no como este Mario Oscuro. Las púrpuras son muy inconsistentes en su dificultad y, la verdad, rabié para pasarme alguna que otra (como la de moverte subido a una esfera en las moradas y las de la plataforma móvil). Aprecié, eso sí, esos toques de dificultad porque el juego, la verdad, es muchísimo más sencillo que los otros dos. A lo mejor ese cambio de dificultad es lo que hace que no haya conectado con este Galaxy en parte. Eso pienso yo. Pero es que los mundos no me llamaron tanto.

Jardín Céfiro, aunque no me agradó el tema de los conejitos, lo puedo llegar a comprar. Pero es que puedo ponerlas con facilidad en un pack con Ovoestrella. La galaxia Desierto me gustó muchísimo. A la de 64 le cogí tirria pero sé de su calidad, en esta la verdad sí que quedé totalmente satisfecho. Los mundos de fuego no me parecieron para nada malejos y el mundo de Volcán Gélido quizá sea el que planteaba sobre el tapete algo realmente distinto, pero recuerdo más la parte gélida (con esa gran escalada a la montaña y su cara secreta, la mejor fase del juego, la recuerdo de arriba abajo y una de las mejores experiencias que he tenido en esta recopilación. Espectacular) que la otra, así que muy bien medida no estuvo. Caja de juguetes es una fase que me supo distinta y fue otra de las rescatables de este juego y todo un detalle el nivel sobre el propio Mario.

Los enemigos finales de este Galaxy son, de lejos, superiores a los de los otros dos juegos (cualquier cosa es superior a 64 en este apartado) y hacer sus retos morados estuvo bien. Hubiese apreciado no caer en la repetición, porque más adelante te encuentras las mismas versiones de atrás pero con un ligerísimo cambio. No me agradó ver al pulpo de Sunshine hasta en la sopa, aquí tampoco eso me hizo chiste, pero bueno…

Y la banda sonora… no sé, es instrumental y tal. Tiene que tener muchísima calidad, pero a mí por ejemplo me parece mejor la de Mario Kart 8 Deluxe y la de los otros dos Marios de este pack. La única con personalidad y emblemática es la primera de ellas, que si no recuerdo mal, suena en el mundo introductorio cuando te explican las cositas y que si la memoria no me falla, suena en más pasajes. Que para mí la segunda mejor sea la reversión de las de Bowser in the Dark World/Fire Sea/Sky, pues…

En definitiva, parece que lo he puesto a parir. Pero es que no paro de decir además que es el de más calidad de los tres y se lo aconsejaría a cualquiera para jugar al mismo tiempo que abstendría a cualquiera a hacerlo todo en Sunshine. Pero este Galaxy, a mí no me transmitió ni la mitad de lo que lo hizo 64 y Sunshine. Gran juego, pero para mí le faltó alma. Y no encontré necesario jugar después con Luigi porque, por lo que leí, aporta bien poco. Si acaso, lo haría como antesala a una reversión de Super Mario Galaxy 2. Por si acaso mejora en algo y me llama más. Porque, creedme, quiero que me llame más de lo que ha hecho.